Jeanne es una jubilada de 63 años, pero hace unos meses era enfermera de quirófano en un hospital público de la región de Doubs, en Francia. Ahora, ha querido contar cómo es su situación económica tras más de 40 años décadas dedicadas a la sanidad pública. “Mi pensión actual ronda los 2.000 euros al mes, una cantidad que considero razonable, aunque supone unos 800 euros menos que mi último salario”, explica. Una reducción que, según admite, “me sorprendió, porque muchas de las bonificaciones que cobraba no se tienen en cuenta en el cálculo de la jubilación”.
Esta jubilada logro jubilarse a los 62 años y 3 meses, ya que como comenzó a trabajar a los 20 años, esto le ha permitido tener las cotizaciones suficientes para jubilarse a dicha edad (la edad de jubilación en Francia no funciona de la misma manera en España). En concreto, acumulo 169 trimestres cotizados, lo que le permite disfrutar del 100% de la pensión.
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Jeanne trabajó toda su vida en el sistema público de salud, primero como enfermera general y, posteriormente, como enfermera instrumentista (IBODE). Aunque reconoce que su profesión le aportó una gran satisfacción personal, admite que los últimos años fueron difíciles. “Al final, ya no quería trabajar cuenta al medio Lefigaro. Los horarios irregulares, la falta de personal y la presión de la dirección me agotaron”, explica, recordando que llegó a “aguantar los días” pese a seguir sintiendo vocación por el cuidado de los pacientes.
Al jubilarse cobraba 800 euros menos de pensión
Como la mayoría de las enfermeras del sector público, Jeanne cotizó al Fondo Nacional de Pensiones para Empleados de la Administración Local (CNRACL) y también al Régimen Adicional de Pensiones para Funcionarios Públicos (RAFP). En los últimos años de su carrera, su salario mejoró mucho, tanto que antes de jubilarse cobraba unos 3.600 euros brutos al mes, lo que equivalía a 2.880 euros netos.
Además, percibía diversas bonificaciones complementarias, entre ellas la prima Veil (90 euros), la prima Ségur, la de compromiso colectivo y la paga extra de Navidad. En conjunto, estos complementos añadían entre 400 y 500 euros mensuales, lo que situaba sus ingresos medios en torno a 3.380 euros netos al mes.
Un bajonazo en su pensión
Tanto esta enfermera como su marido, que trabajaba como administrativo en el sector privado, aprovecharon esos años de estabilidad económica para comprar una vivienda, viajar y ayudar a sus hijos. A pesar de ello, al llegar a su edad de jubilación en noviembre de 2024, sus ingresos bajaron bastante. “Fue un verdadero shock ver cuánto perdía”, reconoce Jeanne. El motivo principal, explica, es que las bonificaciones no se incluyen en el cálculo de la pensión, lo que hizo que su pensión bajara unos 800 euros mensuales con respecto a su último salario.
Como hemos dicho, ahora mismo, Jeanne percibe algo más de 2.000 euros al mes de pensión. Pese a la disminución, se muestra satisfecha con su situación. “Me alegro de haberme especializado como enfermera de quirófano; eso aumentó mi salario cuando más lo necesitaba y me permite ahora vivir cómodamente”, concluye con serenidad.
Cuánto Gana una Enfermera en España
En España, una enfermera (titulada universitaria y que trabaja en la sanidad pública) gana, en promedio, entre 2.000 euros y 2.500 euros brutos al mes (sin contar guardias ni festivos), aunque esta cantidad es muy variable y depende fundamentalmente de la Comunidad Autónoma donde se trabaje y de los complementos salariales.
Las enfermeras que trabajan en hospitales o centros de salud públicos pertenecen al Grupo A2 de la Administración, por lo que su salario base mensual es de 1.124,85 euros (datos actualizados para 2024, en 14 pagas).
A esta cifra se le van añadiendo importantes complementos según:
- El destino (Complemento de Destino).
- La especialidad o tipo de puesto (Complemento Específico por dificultad, responsabilidad o penosidad).
- Los años de experiencia (Trienios y Carrera Profesional).
- La realización de guardias, turnos de noche o festivos, que aumentan significativamente el sueldo final.