La presión fiscal que soportan los autónomos y pequeños empresarios en España se ha convertido en un debate recurrente durante los últimos años. Sectores como el de las administraciones de lotería, conformados en su mayoría por negocios familiares o sociedades de reducida dimensión, denuncian que las obligaciones tributarias, que incluyen IVA, IRPF, retenciones y, en caso de sociedades, el impuesto de sociedades, suponen una carga difícil de asumir.
Un problema que expone Jesús Ibáñez, propietario de la Administración de lotería número 13 de Almería, durante una entrevista para NoticiasTrabajo, donde describe el día a día fiscal de su actividad. “Las declaraciones de IVA son trimestrales y, en suma, afrontamos todos los impuestos que se exigen a cualquier empresa o autónomo”, explica, señalando los impuestos que tiene que pagar por regentar una administración.
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Denuncia el peso fiscal que hay en España
El empresario subraya que la carga impositiva no se limita al gravamen sobre beneficios. Es decir, que los impuestos que debe pagar un pequeño empresario no se reducen únicamente al impuesto sobre el beneficio o las ganancias obtenidas al final del año.
En los últimos años, la fuga de grandes fortunas o incluso de creadores de contenido digital a países con fiscalidades más benignas, como Andorra, ha reavivado el debate sobre la carga impositiva en España. “Muchas veces oímos en la televisión que la gente que gana mucho dinero se está yendo de España”, apunta Jesús, en referencia a casos de youtubers o deportistas de alto nivel. “Pero es que su carga impositiva está en el 50%. Aunque ganan mucho dinero, la mitad es para Hacienda”, añade.
“Se confunde al autónomo con grandes empresas como Mercadona o El Corte Inglés”
Sin embargo, el administrador de lotería recalca que el problema de fondo afecta también a quienes no cuentan con grandes patrimonios ni ingresos millonarios. “La clase media de España sufre o aguanta una carga impositiva muy grande”, sostiene. En su opinión, la presión fiscal no se limita a los grandes contribuyentes, sino que impacta en los autónomos y pequeños empresarios, obligados a hacer frente a un sistema de impuestos y retenciones que, según denuncia, dificulta la supervivencia de sus negocios.
“Pagas una cantidad exagerada de impuestos, retenciones, cotizaciones…”, señala Jesús, haciendo hincapié en que “muchas veces se confunde al autónomo con grandes empresas como Mercadona o El Corte Inglés, pero la realidad es que el pequeño empresario apenas cuenta con uno o dos empleados y afronta unas obligaciones similares”.
“A veces, el autónomo pequeñito no tiene empleados, o tiene un empleado o dos que le ayudan, y parece que es un gran empresario y que de ahí tenemos que estrujar”.
Y aunque el administrador de lotería defiende la existencia de impuestos como mecanismo de sostenimiento de los servicios públicos, advierte del riesgo. “Yo estoy a favor de los impuestos, pero siempre y cuando no te ahoguen”, confiesa, haciendo referencia a un sistema que pone en peligro la continuidad de muchos pequeños negocios y desincentiva el autoempleo al situar el umbral de supervivencia cada vez más alto para quienes quieren emprender. “Vamos hacia un precipicio en el que hay mucha gente que le cuesta llegar. Y es por la carga fiscal que tiene España”, concluye.