No hay ninguna duda: el 2021 fue un gran año para comprar una casa. Y, en especial, para solicitar una hipoteca. Sus concesiones se dispararon con unos intereses que bajaron a mínimos históricos, algo que propicio el renacer del ‘nuevo boom del ladrillo’. Así lo reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Banco de España: desde la banca concedieron 53.603 millones de euros en nuevos préstamos hipotecarios entre enero y noviembre de 2021.
Pero, ¿qué ocurre ahora? El mercado inmobiliario está en jaque por la próxima subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE). Según su presidenta, Christine Largarde, podría comenzar el próximo mes de julio. Unas consecuencias que ya se están notando en el Euríbor: no ha parado de crecer en las últimas semana hasta entrar en terreno positivo. Algo que no ocurría desde 2016.
"Con más de 36.000 hipotecas firmadas en febrero de 2022 y un año de aumentos en las firmas de estos préstamos, una subida de tipos puede afectar a una gran cantidad de españoles", es el aviso que han lanzado desde Fotocasa. Esta medida, tomada para frenar la espiral inflacionista, afectará de lleno al mercado hipotecario con un aumento en los tipos de interés que notarán, especialmente, aquellos que tienen contratada una hipoteca de tipo variable.
El contexto socioeconómico que se avecina, marcado también por un conflicto bélico que desestabiliza a toda Europa, provoca que adentrarse en el mundo hipotecario sea toda una aventura donde, incluso los expertos, deben lidiar con la incertidumbre. Para que pedir una hipoteca no sea una misión imposible, en esta guía se desgranan los conceptos clave que hay que tener en cuenta.
¿Qué es el euríbor?
Es lo que se usa como referencia en los préstamos hipotecarios, siendo el índice en el que se basan la mayoría de hipotecas variables en España. Además, mide la media de los tipos de interés que aplican las entidades financieras europeas, por lo que funciona como un baremo para saber si los préstamos están siendo más caros o baratos.
De forma colateral, también afectará a las nuevas hipotecas de tipo fijo: provocará que los bancos endurezcan las condiciones para acceder a ellas. ¿Por qué? Porque deberán imponer unos tipos de interés más altos para compensar el contexto socioeconómico que se está gestando. Hay que resaltar que el euríbor llevaba seis años en negativo, encontrándose ahora en terreno positivo: se situó en un 0.013 en abril.
Subida de los tipos
Se espera una subida de los tipos. Pero, ¿qué significa? El tipo de interés se puede definir como “el precio del dinero”: la cantidad que se tiene que pagar de más a la hora de pedir un préstamo, como puede ser una hipoteca. Así lo explican desde el portal especializado ‘Economic & Jurist’, con una definición de lo más sencilla: cuando un banco necesita dinero, se lo pide al Banco Central Europeo (BCE), que le cobra un tipo de interés de referencia. Así, si los bancos pagasen, por ejemplo, un 3% para conseguir dicho dinero, tendrán que cobrar más a sus clientes para sacarle beneficio.
Ahora, ¿por qué quiere el BCE subir los tipos de interés? Para controlar la inflación que, actualmente, está al rojo vivo. Hasta el momento, no se sabe cuánto van a subir los tipos, pero las previsiones apuntan que la subida rondará el 0,4 en 2022 hasta llegar al 1 el año siguiente, en 2023. Así, se espera que este curso no supere el 0,75. Ante este panorama, los bancos han decidido adelantarse para ‘estar protegidos’: como les costará más pedir dinero al BCE, empiezan a cobrar de más por el dinero que prestan ellos.
¿El resultado? El encarecimiento de las hipotecas y otros préstamos. En cuanto a cómo afectará al bolsillo, es decir, cuánto subirán las hipotecas, no se puede hablar de una cifra exacta pero sí aproximada: se calcula que la subida sea de unos 400 euros anuales. Esto es, que se vaya a pagar 33 euros más al mes. Al menos inicialmente, ya que de seguir esta tendencia al alza del euríbor se podría pagar hasta 50 euros más a finales de año. hay que tener en cuenta que la subida de tipos será progresiva.
¿Hipoteca fija o variable?
Ahora más que nunca, esta pregunta está en pleno debate. No existe una ciencia exacta, pero ante el contexto actual de la economía, las hipotecas de tipo variable pueden parecer “arriesgadas”. Es así porque, como se ha explicado, su interés depende de los índices de referencia, en este caso el euríbor. Al estar en positivo, presenta unos tipos por encima de los que se establecen en las hipotecas fijas. Así lo recoge el comparador financiero HelpMycash: la mayoría de las hipotecas firmadas entre 2011 y 2015 superarán el 1,5% de interés fijo que se ofrece en la mayoría de los bancos.
Por ese motivo, algunos expertos ya aconsejan efectuar el cambio de las variables a las fijas. Hay que tener en cuenta que a la banca actualmente le interesa más una hipoteca variable, por lo que se espera que, en consecuencia, se endurezcan las condiciones de las hipotecas fijas. Además, puede estar sujeta a la contratación de “bonificaciones”, como pueden ser seguros, la domiciliación de la nómina… Pero aun así, analizando la subida del euríbor, en el panorama actual se sitúa como la opción más segura.
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