El problema de la vivienda en España no se mide solo en estadísticas o informes oficiales, sino también en historias personales que ponen rostro a una crisis cada vez más extendida. Una de ellas es la de Dalia Domínguez, camarera, que intervino en el programa laSexta Xplica para relatar una situación que se repite entre miles de trabajadores que, pese a tener empleo, no pueden acceder a una vivienda en alquiler.
“Yo ahora mismo no me puedo permitir irme a una casa de alquiler, porque cobro 1.300 euros”, explicó Domínguez durante el debate televisivo. Su salario, habitual en el sector de la hostelería, no alcanza para cumplir las condiciones que impone el mercado actual y la ha obligado a vivir en una pensión. “La situación de los alquileres no me lo permite”, insistió.
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Cuando trabajar no basta para tener casa
Domínguez aclaró que trabaja como camarera y que, pese a tener un sueldo fijo, el acceso a un piso se le hace imposible. A su situación económica se suma que tiene un hijo de nueve años. Aunque su pareja realiza trabajos esporádicos, es ella quien cuenta con un empleo estable. “Mi pareja viene de extra, pero la que trabaja soy yo”, señaló.
Durante la conversación, la trabajadora explicó que su hijo vive actualmente con su padre, una decisión marcada por la falta de opciones para acceder a una vivienda. “Es muy difícil ahora”, resumió, en referencia a lo complicado que resulta ahorrar y afrontar los gastos del día a día.
Avales y ahorros imposibles
Domínguez puso el foco en las condiciones que imponen muchos propietarios como uno de los principales obstáculos. “Ahora mismo, vivir en una pensión es la única opción que tengo, por el tema de los avales y porque te exigen tener un mínimo de dinero”, lamentó.
Su testimonio pone de relieve una de las principales barreras para los inquilinos con menos recursos, ya que se les exige aportar varios meses de fianza, garantías adicionales o avales bancarios, requisitos que dejan fuera del mercado a trabajadores con sueldos ajustados incluso cuando cuentan con un contrato laboral.
La experiencia de Dalia Domínguez refleja una realidad cada vez más extendida en España, donde tener un empleo ya no garantiza el acceso a una vivienda. En un mercado del alquiler tensionado y con requisitos cada vez más exigentes, vivir en una pensión se convierte para muchas personas en la única alternativa posible.