La velocidad a la que conducimos puede influir significativamente en el consumo de gasolina de nuestro coche. Aunque muchos piensan que mantener una velocidad alta es más eficiente, la Dirección General de Tráfico, la DGT, tiene una recomendación diferente. Conocer esta información puede ayudarte a ahorrar dinero y reducir tu huella de carbono.
Más en un momento en el que millones de españoles se preparan para recorrer cientos de kilómetros por carretera durante las próximas 8 semanas. Con el precio de la gasolina manteniéndose alto y la inflación afectando a la cesta de la compra, muchos conductores se preguntan qué pueden hacer para reducir gastos sin renunciar a su merecido descanso. Uno de esos aspectos puede ser conducir a una velocidad moderada.
Según la DGT, la velocidad ideal para optimizar el consumo de combustible es de 90 km/h. A esta velocidad, el motor trabaja de manera más eficiente, reduciendo el esfuerzo necesario para mantener el vehículo en movimiento. Por el contrario, aumentar la velocidad a 120 km/h puede incrementar el consumo de combustible hasta en un 30%.
La DGT recomienda una velocidad de 90 km/h, ideal para ahorrar gasolina
Para conseguir esa conducción eficiente a la que se refiere la DGT, se debe circular con la marcha más larga posible, respetando siempre los límites. Por ejemplo, antes de alcanzar los 50 km/h ya deberíamos haber cambiado a la cuarta o la quinta marcha. Hay que recordar, también, que no se deben apurar las marchas cortas a no ser que se arranque el coche en una cuesta.
En general, claro, hay que entender que los coches pequeños, ligeros y aerodinámicos obtienen su mejor rendimiento a velocidades más altas. Por el contrario, los vehículos más grandes, pesados y menos aerodinámicos logran su mejor rendimiento a velocidades más bajas.
Partiendo de este principio, también hay que entender que un vehículo no requiere de toda su potencia para moverse, ya que la fuerza necesaria para moverse varía con la velocidad a la que viaja. Es decir, si se duplica la velocidad, la potencia requerida aumenta mucho más que el doble.
Circular a velocidad constante y sin acelerones puede suponer un ahorro del 9% en combustible
La velocidad, por tanto, es un punto importante en la conducción correcta, así el mejor ritmo para ahorrar combustible oscila entre los 90 y los 100 km/h. Circular a 100km/h en vez de a 110km/h puede llegar a suponer un ahorro del 9% en gasolina.
De todas formas, como se menciona, la DGT afirma que el consumo ideal de combustible se da en los 90km/h, aunque el organismo vial hace hincapié en que se refiere a vías convencionales, las que no son autopistas o autovías. Obviamente, este método de ahorro es muy difícil llevar a la práctica en las zonas urbanas, pero es fácilmente practicable en carreteras.
Sea cual sea, más allá de ir a una velocidad u otra, huelga decir que lo importante es mantener esa velocidad constante, es decir; sin aceleraciones continuas que suelen ser la fase de mayor esfuerzo y consumo en un coche. En ese sentido soluciones modernas como el control de crucero pueden ayudar mucho a conseguir mantener una velocidad más o menos constante.
También tratar de minimizar el uso de la climatización, ir con las ventanillas subidas para mejorar lograr una aerodinámica lo más óptima posible, así como un buen mantenimiento de nuestro vehículo, quizá el aspecto más a tener en cuenta, revisando el buen estado del aceite, filtros de aire y la presión de los neumáticos.