El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, continúa catapultando la economía de los trabajadores por cuenta propia que están dados de alta dentro del Régimen Especial de los Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social. Tanto es así que hace unas semanas presentó a los agentes sociales una nueva normativa sobre las cuotas de cotización que tendrían que pagar estos profesionales al propio Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
Una medida de la que salen más golpeados los profesionales autónomos que menos ingresos tienen, ya que, a partir de 2023 verían aumentada su cuota de cotización mensual de una manera considerable. Tanto es así que, haciendo una comparativa entre los ingresos y los pagos al mes, son los que más a tener que abonar a la Seguridad Social con esta nueva iniciativa del Gobierno de España.
Esta medida, que entrará en vigor el próximo año, ha indignado no sólo a los autónomos particulares, sino que, además, también ha servido para que la patronal se muestre en contra de esta iniciativa. Tanto la CEOE como CEPYME han rechazado una medida a la que consideran una “traición” al motor económico de España y que solo servirá para golpear a los autónomos que estén comenzando o que pasen por unos meses negativos en cuestión de los ingresos, obligándolos a tener que cerrar sus negocios por no poder hacer frente a estos pagos mensuales.
Esto es lo que deben pagar los autónomos con menos ingresos
La medida establecida por el ministro José Luis Escrivá supone unas nuevas cantidades en la cuota de cotización que deberán pagar a la Seguridad Social y que todo apunta a que entrará en vigor a partir del próximo año 2023. Pero, ¿por qué los que menos ingresan serán los más castigados? La razón es simple, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha distinguido una serie de cuotas en función de los ingresos mensuales que se tengan por parte del trabajador autónomo.
Con estos datos en la mano, hay que fijarse en los que menos ingresan, es decir, los que tienen desde los 0 hasta los 3.000 euros al mes. Independientemente de la cantidad de dinero que cobren durante dicho mes, tendrán que abonar una cuantía de 200 euros al mes a la Seguridad Social. Algo que incluso puede llegar a suponer que, si tiene que cerrar su negocio debido a un motivo ajeno a él y no puede ingresar ni un solo euro, tiene que seguir pagando esos 200 euros, lo que hace que pierda dinero.
Así se diferencian de los que más dinero ingresan
Pero esto se hace más notable cuando se compara con lo que deben pagar aquellos autónomos que tienen unos ingresos más altos. En este punto, hay que destacar que se trata de aquellos profesionales que ingresan más de 48.841 euros, en el que el trabajador por cuenta propia deberá pagar 400 euros al mes.
Es decir, entre los ingresos del autónomo que cobra menos y el que más, hay una diferencia de 45.841 euros. Pero a la hora de establecer la cuantía del pago que deben hacer al Instituto Nacional de la Seguridad Social, solo hay una diferencia de 200 euros entre uno y otro, lo que muestra que el autónomo con cuantías más bajas sale bastante perjudicado en esta medida del Gobierno de España.
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