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Una transferencia de madre a hija no declarada acaba en fraude fiscal: tiene que pagar más de 7.000 euros

Aunque la transferencia sea un acto de buena fe, debe declararse ante Hacienda para evitar sanciones y conflictos posteriores.

Una persona realizando operaciones en un cajero
Una persona realizando operaciones en un cajero |EFE
Ana Cara
Fecha de actualización:
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Las transferencias bancarias realizadas de padres a hijos, como una ayuda o regalo para dar la entrada de un apartamento o comprar un coche, pueden suponer un fraude fiscal si no se declaran. Este es el caso de una familia en Francia, en el que la madre transfirió dinero en vida a su hija para la entrada de un apartamento. Las autoridades fiscales lo consideraron fraude y los hijos han tenido que pagar 7.000 euros de sanción.

La notaria Coralie Daven, fundadora de una plataforma de divulgación jurídica, ha expuesto este caso utilizando nombres ficticios para proteger la identidad de los implicados. En 2017, Sandrine transfirió 30.000 euros a su hija Marine para la compra de un piso en Montpellier. "Simplemente quería ayudar a su hija", señala la experta en declaraciones al medio francés Le Figaro, precisando que la madre no consideró necesario declarar la operación, un error habitual en este tipo de transmisiones patrimoniales.

Tras el fallecimiento de Sandrine en 2020 se inició el proceso sucesorio, en el que estaban implicados sus tres hijos. En 2022, durante una auditoría fiscal que revisó de forma exhaustiva los movimientos bancarios de la fallecida, las autoridades detectaron la transferencia no declarada de 30.000 euros a Marine.

Esta revelación desembocó en un conflicto familiar

Los hermanos de Marine no estaban informados de esta donación que la madre hizo en vida a su hermana y esta revelación desembocó en un conflicto. "Para los otros dos hermanos, este regalo oculto supuso un trato preferencial", declara la notaria.

La administración fiscal al descubrirlo exigió a los herederos el pago de más de 7.000 euros en concepto de impuesto de sucesiones, multas e intereses de demora. Dicha cantidad se descontó directamente del patrimonio total a repartir.

En Francia, la sanción por este tipo de donaciones no declaradas puede ascender hasta el 40% por omisión deliberada o incluso al 80% en casos de fraude. En este caso, los herederos lograron negociar con Hacienda para que se aplicara una sanción del 10% (la misma que para una declaración voluntaria fuera de plazo), lo que supuso una multa de 3.000 euros, a la que se sumaron otros 4.000 en concepto de intereses, por haberse realizado la transferencia en 2017. 

Lo mejor es declarar la donación mediante formulario

La notaria subraya que esta situación se podría haber evitado fácilmente, si se hubiera declarado a la Agencia Tributaria.

Sandrine solo tendría que haber rellenado un formulario gratis que se encuentra disponible online. De haberlo hecho, esta ayuda económica habría sido "legalmente sólida, fiscalmente segura y se habría integrado perfectamente en la herencia, sin ajustes ni conflictos". 

En España funciona de la misma manera. Una transferencia en este concepto se considera donación y debe ser declarada ante Hacienda por la persona que la recibe, pues se considera una adquisición lucrativa y está sujeta al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD). El modelo que debe presentarse es el Modelo 651 (Autoliquidación de Adquisiciones Inter Vivos por Donación), y en caso de no hacerlo, puede suponer una infracción tributaria.