Logo de Huffpost

Una farmacéutica compra un nuevo vehículo por 107.000 euros para hacer los repartos y la pesadilla empieza tres horas después

La farmacéutica pensó que al comprarse un vehículo de alta gama como un SUV, sería ideal para hacer los repartos, pero poco después vinieron los problemas teniendo que iniciar un proceso judicial.

Fachada de una farmacia
Fachada de una farmacia |Getty
Francisco Miralles
Fecha de actualización:
whatsapp icon
linkedin icon
telegram icon

Cuando compramos un vehículo, ya sea para uso profesional o familiar, lo hacemos pensando en que, al menos, durante los primeros años no tendremos que visitar el taller. Pero a veces no es así, y lo que se supone que es una inversión se convierte en una pesadilla. Algo parecido es lo que le ha pasado a una farmacéutica, que lo que empezó con la compra de un coche nuevo terminó en un proceso judicial debido a las múltiples averías.

Todo empieza cuando el pasado mes de diciembre de 2024, esta farmacéutica que tiene una farmacia en Perpiñán, decidió comprar un vehículo de alta gama para su tienda. El coche, un Volvo XC90 Ultra H8 híbrido le costó unos 107.000 euros mediante un leasing y el destino de este sería para las entregas a pacientes del barrio como para los desplazamientos familiares. El problema es, que tres horas después de sacar el coche del concesionario, este se averió.

Averías desde el primer día

Según recoge el medio L'Indépendant “Desde la compra, se encendió un testigo naranja, con un icono en forma de triángulo y un martillo. La pantalla del salpicadero se quedó bloqueada, todo el volante se trabó. Ni siquiera podíamos ver la velocidad a la que íbamos”. Añade que esto no fue lo único, ya que también “había un problema con el cierre de las puertas” siendo esto muy peligroso cuando van niños a bordo” explica, por lo que decidieron devolverlo al concesionario.

farmacéutica seria
La farmacéutica solo quería un vehículo que no diera problemas | Envato

El vehículo fue revisado en varias ocasiones. Según la farmacéutica, “lo hemos devuelto tres, luego cuatro veces. A veces el fallo desaparece sin avisar y luego vuelve. Hay que dejar el coche parado varias horas para poder arrancarlo normalmente”. Esta situación y más con un coche nuevo hizo desesperar a la farmacéutica que explica: “Pagamos 1.300 euros de leasing al mes para que el coche esté todo el día en el taller”.

La propietaria intentó mediar entre el concesionario y la central de Volvo en Francia, pero según sus palabras: “el concesionario me dice que hable con Volvo Francia y, a su vez, ellos me remiten al concesionario. Se pasan la pelota y el problema sigue sin resolverse” lamenta.

Dado que no le daban ninguna solución, esta farmacéutica opto por tomar otra vía y decidió devolver todos los recibos, romper el contrato del leasing e irse a otra marca. “Estoy harta. No quiero que me reparen este coche ni que me den otro, estoy en mi derecho”.

La farmacéutica ha presentado una denuncia en la que su abogado explica que debido al precio del vehículo (que supera los 100.000 euros) la empresa deberían haberle “ofrecido otro nivel de servicio”. Pero a pesar de negarse a pagar las cuotas, la misma las sigue abonando, ya que según ella, “elegí un coche nuevo para evitar problemas y hoy me arrepiento amargamente. Llegaré hasta el final con el proceso”.

El concesionario admite “fallos” pero ““no afectan ni a la seguridad ni al funcionamiento”

Por su parte, según recoge el medio, el director del concesionario Volvo en Perpiñán, Hicham Miloudi, reconoce la complejidad del caso y lamenta el malestar de la clienta: “Lamento profundamente lo sucedido y entiendo perfectamente el descontento”. El responsable admite que el vehículo ha presentado varios fallos electrónicos, aunque asegura que “no afectan ni a la seguridad ni al funcionamiento general del coche”.

Miloudi explica que el coche fue atendido en el taller desde enero y que incluso se facilitó un vehículo de sustitución. Sin embargo, tras un incidente en el que intervino la policía por la actitud del marido de la farmacéutica, las reparaciones quedaron interrumpidas en febrero. “Hemos remitido un informe a Volvo Francia y seguimos disponibles para realizar las reparaciones en cuanto sea posible”, aclara el director.

Sobre la petición de rescisión del contrato, Miloudi advierte: “Esa no es una operación que podamos autorizar. Un contrato de leasing es una financiación; igual que con una hipoteca, hay que devolver el saldo pendiente. Si la clienta quiere impugnarlo, deberá ser mediante una pericial judicial”.

Archivado en