Dabiz Muñoz, dueño de DiverXO, es muy conocido no sólo por la calidad de sus platos de alta cocina ni por ser el marido de la periodista Cristina Pedroche, sino por algunas anécdotas como la que cuenta el chef chino Jiale Pan. El cocinero, que llegó al restaurante galardonado con 3 estrellas Michelín, ha sido el protagonista del Podcast ‘Un chino y medio’ que se emite en YouTube y que presentan los influencers Lin (@chickenpapii) y Jiajun (@jiajunyin2).
Este joven hostelero cuenta cómo comenzó en uno de los mejores restaurantes de España, el DiverXO, donde aprendió recetas de cocina vanguardista, pero también la importancia del esfuerzo y el trabajo disciplinado. No conocía a nadie que trabajase en el local de Muñoz y cuando se presentó a la entrevista de trabajo lo hizo sin ninguna recomendación.
“Envié el currículum y a los tres días recibí un correo electrónico que decía: ven que vamos a hacerte una entrevista”, y cuando se presentó allí, no habló con Dabiz Muñoz, sino con Pablo Soriano, como recoge El Español. “Me preguntó si conocía a Dabiz Muñoz, y si dices que no, estás fuera”.
La cresta de Dabiz Muñoz que marcó tendencia entre sus trabajadores
Como explica en el podcast, el peinado del conocido cocinero era tendencia entre sus trabajadores. “Muchos de los cocineros llevaban el mismo peinado”. Aunque él tenía una estética completamente diferente, en 2020 durante la pandemia del coronavirus, “me rapé entero” una decisión que tomó en parte por parecerse al popular chef.
Sobre sus horarios y la jornada laboral, reconoce que trabajaban muy duro. “A veces hemos entrado como pronto a las 7 y salido a las 12 de la noche, o a la una de la mañana”. Sobre lo que le pedían en el restaurante, “rápido y bien”.
Mucha gente quiere trabajar “gratis” para aprender
Trabajar en DiverXO es una experiencia inolvidable que buscan muchos trabajadores que quieren abrirse un hueco en el mercado de la alta cocina. Así, reconoce que “mucha gente va gratis para aprender, tienen que estudiar cursos de muchísimo dinero sólo para tener la oportunidad de entrar”.
La cocina de este estilo “es para gente con dinero”, le dice uno de los directores del espacio, y Pan le dio la razón. “Puedes no tener formación y mandar un mail pidiendo hacer tres meses de práctica”, aunque según lo que ha visto, tener experiencia previa ayuda a ser contratado.
Algunos trabajadores sólo duraban un día
La plantilla del restaurante de Muñoz cambia continuamente y hay una gran rotación de trabajadores. “Llegó gente que sólo estuvo un servicio, cuando llegaban por la mañana les decían, por ejemplo, ponte a pelar espárragos y después del descanso del mediodía, ya no estaban”.
Esto preocupa a todos los que han pasado por allí aunque, para Pan, “es donde más he aprendido” por lo que ha marcado su trabajo actual como cocinero. Ahora, el cocinero lleva el mismo peinado con la cresta, y sigue buscando un hueco en la cocina española que, reconoce, le “gusta más que la china”.
