Un trabajador de Google vive dentro de un camión en el parking de la empresa y ahorra el 90% de su sueldo

Un ingeniero de software que estaba empleado en Google optó por dormir en un vehículo para no tener que pagar el alquiler de una vivienda.

Un empleado de Google consulta el teléfono móvil frente al cartel de la empresa.
Un trabajador de Google vive dentro de un camión para ahorrar el 90% de su sueldo EFE
Berta F. Quintanilla

Al finalizar su jornada laboral, Brandon, un ingeniero de software que trabajaba en Google, se marcha a dormir a su camión que está aparcado en el garaje de la empresa. El motivo es evitar el pago de un alquiler y poder ahorrar hasta el 90% de su sueldo. Y es que, al precio en el que está la vivienda en pleno siglo XXI, este joven decidió sacrificar la comodidad de vivir en un piso o una casa por aumentar sus ahorros.

Con 23 años recién cumplidos, se marcó de Massachusetts para abrirse al mercado laboral en una de las empresas más importantes en el sector de las tecnologías. Comenzar una carrera profesional en Google, al lado de los mejores ingenieros informáticos, programadores y expertos TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) se convirtió en un sueño. Y en 2015 le llamaron de San Francisco, para realizar prácticas en una sucursal de la empresa.

Pero, en vez de pasar por inmobiliarias o anunciarse en redes sociales para conseguir una vivienda a un precio asequible, optó por alojarse en un camión. Y, de este modo, asegurarse un colchón económico a base de no gastar su salario. No es el único caso de situaciones extremas a las que han llegado los trabajadores para mejorar su poder adquisitivo. En Japón, un hombre decidió vivir en la miseria para poder jubilarse con un buen colchón económico y tener asegurado su particular 'plan de pensiones'.

Aprobó el periodo de prácticas en Google y compró un camión

La furgoneta donde vive el trabajador de Google, aparcada en el parking.
La furgoneta donde vive el ingeniero de Google, en el aparcamiento de la empresa. | Archivo

Brandon comenzó a trabajar en Google con un contrato de prácticas para los meses de verano. Según ha publicado Business Insider, una vez que pasó este periodo y la empresa decidió contar con él, se compró el camión. Un espacio pequeño, de apenas 12 metros cuadrados. 

Dejó de lado el apartamento que le había ofrecido Google, que era barato para lo que se paga en Estados Unidos (unos 1.800 euros) y que tenía dos habitaciones compartidas con otros cuatro compañeros.

Pero esto, aunque es una buena opción cuando se trabaja en una empresa grande, no conformó a Brandon. Pensó que lo mejor era evitar pagar el alquiler, aunque fuera compartido y por eso costase menos dinero.

Ahorro del 90% del sueldo viviendo en el aparcamiento

Aunque estaba compartiendo la vivienda con algunos compañeros, para él no era suficiente y veía siempre nuevas oportunidades para ahorrar más. “Me di cuenta de que estaba pagando mucho dinero por una casa, y casi nunca estaba”, ha explicado. “Estaba quemando el dinero, sin invertirlo y sin construir nada de cara al futuro”. 

Por eso, cuando firmó su contrato de trabajo en San Francisco renunció a pagar nada por el alojamiento y compró un camión Ford 2006, que le costó 10.000 dólares (poco más de 9.000 euros). No está incómodo y se siente mejor que en cualquier apartamento. 

Cómo vivir en 12 metros cuadrados sin luz

El trabajador de Google ha acondicionado los 12 metros cuadrados de la parte trasera del camión, convirtiéndolo en un alojamiento casi perfecto y gratis. Tiene una cama, lámpara(a pilas porque no hay electricidad) y un perchero para colocar la ropa. 

El teléfono móvil y el ordenador portátil los carga cada vez que acude a la oficina. Sobre la higiene personal, todo está perfectamente planeado. Se ducha a diario en la oficina después de una sesión de gimnasio. Y come en la misma empresa. 

El ingeniero de Google ha conseguido ahorrar una parte importante del sueldo (el 90%) ya que lo único que paga es el seguro del camión. Gracias a esto, ha conseguido juntar una suma suficiente para poder ir a cenar de vez en cuando a algún restaurante o permitirse una salida con los amigos. 

Nunca ha tenido problemas. Aunque reconoce que cuando comenzó a vivir en el aparcamiento de la empresa, los guardias de seguridad le pidieron que se identificara. “Ya han pasado cinco meses y no creo que vaya a terminar pronto por ningún motivo”, ha explicado al medio antes citado.

Otras noticias interesantes

Lo más leído

Archivado en: