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Qué significa cuando un puerto USB está de color naranja

Aunque el color puede dar pistas sobre la función de cada conector, es importante comprobar qué ofrece cada uno de ellos.

Puerto USB de color naranja en un portátil
Puerto USB de color naranja en un portátil |IA Envato
Icíar Carballo
Fecha de actualización:
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En los últimos años, los ordenadores y dispositivos electrónicos han empezado a incluir puertos USB de diferentes colores, algo que llama la atención a cualquiera que conecte un cable. 

Pero, ¿por qué algunos puertos son negros, otros azules, otros amarillos y algunos, incluso, naranjas? Más allá de la estética, el color tiene un sentido práctico, ya que sirve para distinguir rápidamente qué función tiene cada puerto, aunque no siempre es fácil saber qué significa cada uno.

¿Para qué sirve el puerto USB naranja?

El caso del puerto USB naranja es uno de los que más dudas despierta entre los usuarios. Si has visto uno en tu ordenador, lo más habitual es que esté pensado para cargar dispositivos como teléfonos móviles, tabletas o auriculares incluso aunque el ordenador esté apagado o en modo reposo. Este tipo de conector se conoce como “suspensión y carga”, y resulta especialmente útil para quienes suelen cargar el móvil en el mismo portátil donde trabajan, ya que no es necesario que el equipo esté encendido.

Esta función de carga permanente también aparece a veces en puertos USB de otros colores, como el rojo y el amarillo, aunque el naranja es uno de los más habituales para identificar esta característica en algunos fabricantes.

No obstante, el color no solo puede indicar la capacidad de carga. En ocasiones, el naranja también identifica puertos USB de alta velocidad, como el estándar USB 3.0, que permite transferir archivos grandes más rápidamente (hasta 5 Gbps). 

Aun así, esta asociación no es siempre exacta. Mientras que el azul suele reservarse para los puertos rápidos, el naranja puede significar simplemente que el puerto está “siempre activo”, aunque sea más lento que otros de distinto color.

No existe una regla universal para cada color

La clave es que no existe una norma universal que obligue a los fabricantes a usar un color concreto para cada función. Cada marca puede elegir los colores a su manera, aunque a veces suelen coincidir para ayudar al usuario. El color negro suele ser USB antiguo (2.0), el azul o verde azulado para USB rápido (3.0 o más), y el naranja, rojo o amarillo para los puertos que permiten carga continua, aunque siempre pueden darse excepciones.

Por eso, aunque el color es una pista útil, no garantiza por sí solo qué puede hacer cada puerto. Puede ocurrir que dos ordenadores distintos tengan puertos naranjas, pero en uno sirvan solo para cargar y en otro también para transferir datos a alta velocidad.

Por ello, la mejor manera de salir de dudas es consultar el manual del dispositivo, donde suele indicarse qué función tiene cada puerto. Si no tienes el manual a mano, también puedes probar de forma sencilla conectando el teléfono al puerto naranja con el ordenador apagado y observar si comienza a cargar, o conectar un disco duro y probar a transferir un archivo grande para comprobar la velocidad.

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