El primer destino de Europa que prohíbe entrar con maletas de ruedas

Las maletas, su tamaño, capacidad y restricciones a su contenido, suelen ser una de las mayores preocupaciones de los viajeros. Sobre todo en estos tiempos en los que la polémica sobre el cobro por llevar equipaje de mano en los aviones, está en auge. Sin embargo, estas no son las únicas limitaciones que pueden encontrar los turistas. Uno de los destinos más visitados, en la costa sur de Croacia, la ciudad de Dubrovnik, ha prohibido las maletas con ruedas con el fn de evitar la contaminación acústica.

Específicamente, los turistas no podrán entrar al caso histórico con su equipaje, si tienen ruedas, ya que el ruido que producen al ser trasladadas sobre el suelo, genera un sonido que sumado a los miles de visitantes que recibe la ciudad, se hace insoportable. Además, de que el casco histórico de Dubrovnik ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.

Por qué prohíbe Dubrovnik la entrada de maletas con ruedas

Según publica el National Geographic, Dubrovnik ha sido la primera ciudad de Europa que tomó medidas para regularizar el turismo en el 2020, limitando el número de cruceros que llegan cada día por el Mar Adriático. A esta normativa, suma ahora la de prohibir que los viajeros accedan a su casco histórico ‘arrastrando’ sus maletas con ruedas a partir del próximo verano.

La medida forma parte del programa de la ciudad para reducir los efectos negativos del turismo de masas y lograr una mejor distribución de los visitantes sin que se perjudique la economía del lugar. Entre otras acciones que se incluyen en ‘Respect the City’ están el cambiar los vehículos que reparten el equipaje por eléctricos, pasear sin camiseta y subirse a monumentos.

Dónde dejar las maletas en Dubrovnik

El alcalde, Mato Frankovic, ha avanzado que en una primera etapa los visitantes tendrán que cargar con sus maletas cuando pasen por las calles del casco antiguo, pero más adelante, se ofrecerá un servicio de traslado al alojamiento que los turistas deberán pagar al dejar su equipaje antes de entrar en la zona amurallada.

El objetivo final es que crear un centro logístico en el aeropuerto donde los turistas puedan dejar sus maletas al bajar del avión, y desde allí sean distribuidas a los distintos alojamientos. De esta manera, se evitarían molestias a los viajantes y a los habitantes mejorando la convivencia entre ambos.