Todos alguna vez hemos dicho eso de ‘cuánto más duermo, más sueño tengo’, o hemos experimentado un fin de semana o día libre sin hacer nada, frente al televisor o el ordenador, disfrutando de una maratón de series, y al levantarnos al otro día, nos sentimos igual de cansados. El reposo debería ayudarnos a cargarnos de energía para afrontar la semana laboral. Sin embargo, y aunque no parezca lógico, muchas veces descansar más de lo necesario o estar largos espacios de tiempo sin actividad física o mental, puede ser contraproducente.
Según explica la ciencia y la revista Muy Interesante, los seres humanos pueden sentirse agotados a pesar de no haber hecho actividad física. Y esto es porque el reposo tanto para el cuerpo como para la mente puede producir cansancio y generar problemas de sueño. Es decir, que moverse mucho, como no hacerlo, favorece la sensación de fatiga, tal y como se desprende de diversos estudios.
Todo el día tirado en el sofá y sigo cansado
Es más que sabido que la actividad física es necesaria para el cuerpo humano, su intensidad y frecuencia dependerá de cada persona, pero todos debemos movernos. Estamos hechos para eso, por lo tanto, cuando durante todo un día no hacemos ejercicio, se producen cambios en nuestro organismo. Se pierde fuerza en los músculos, lo que ayuda a incrementar la sensación de cansancio.
La circulación también es importante, ya que si no nos movemos, la sangre no fluye con normalidad por el cuerpo, y por lo tanto no oxigena bien ni los músculos ni el cerebro, disminuyendo el rendimiento de ambos.
Una mente cansada y agotada
No hacer ejercicio o algún tipo de actividad física, también incide en el cerebro de las personas. Esto es así porque después de estar todo un día echado en el sofá, surge el aburrimiento, definido como una falta de estímulos al cerebro, por no hacer nada. Los estudios han demostrado que aburrirse está directamente ligado con la fatiga mental. Esta surge porque la mente necesita desafíos constantes, y si no los tiene, lo percibe como una ‘sensación de cansancio’, algo similar a cuando, por el contrario, se hace un gran esfuerzo mental.
Estar cansado mentalmente también afecta el estado de ánimo y puede aumentar aún más la percepción de agotamiento. Si el cerebro no está activo, se reducen las ondas cerebrales asociadas con el estado de alerta, mientras que las relaciones con el sueño y la fatiga aumentan.
Consejos para un cerebro saludable
Desarrollar hábitos de salud y hacer actividad física, como hemos visto, no solo ayuda a mantenerse en forma, sino que también es muy importante para nuestro cerebro. Debemos tener en cuenta que nuestro cerebro controla el pensamiento, el movimiento y la emoción y que existen algunas prácticas que se pueden realizar para mejorar su funcionamiento.
La primera de estas es hacer ejercicio físico con cierta regularidad, con esto se mejorará la destreza, la fuerza, la energía y el estado de ánimo. La segunda es cuidar tu salud, algunas enfermedades pueden aumentar el riesgo de desarrollar problemas de pensamiento y memoria. La tercera, reunirse con amigos, ser sociable para ayudar a evitar la depresión y el estrés. Por último, desafiar a nuestro cerebro con actividades que estimulen la mente, como crucigramas, leer, jugar, etc.
Lo más leído
-
La Seguridad Social tiene prohibido revisar la incapacidad permanente a partir de esta edad
-
El país de Europa que aprobó la jornada laboral de 4 días en 2019 y que cinco años después la productividad ha aumentado
-
Así subirán las pensiones a partir de enero de 2025: jubilación, viudedad, incapacidad permanente y no contributivas
-
70 años y 43 años trabajando en la misma empresa sin poder jubilarse por la hipoteca: "la vida no debería de ser tan difícil"
-
Precio de la luz mañana, 23 de diciembre, por horas: cuándo es más barata y más cara
-
Trabajo lo confirma: los trabajadores tendrán derecho “a no ser localizables” fuera de su jornada y se prohíbe la comunicación por cualquier vía