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Nuria Calvo, youtuber, regresa a España con su familia debido a su cáncer y se encuentra su única casa ocupada: “nos dijo que no se iba a ir y que íbamos a tener un problema”

Solo consiguieron que abandonara la casa después de aceptar su extorsión.

Nuria Calvo y Sebastián Méndez, durante el vídeo
Nuria Calvo, youtuber, regresa a España con su familia debido a su cáncer y se encuentra su única casa ocupada: “nos dijo que no se iba a ir y que íbamos a tener un problema” |TikTok @nurycalvosn
Esperanza Murcia
Fecha de actualización:
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La ‘okupación’ es uno de los temas que más preocupa a los españoles. Y son muchas las historias que llegan sobre una realidad que ha llegado a afectar a familias en situaciones vulnerables. Es lo que le ha pasado a Nuria Calvo y Sebastián Méndez, un matrimonio español ‘influencer’, famoso por sus vídeos en YouTube y redes sociales, que este año decidieron dejar Estados unidos, donde se encontraban residiendo, para tratar la enfermedad de Nuria, con cáncer, en España, ya que necesitaban tranquilidad durante esta etapa.

Sin embargo, la calma tardó en llegar. Y es que, cuando notificaron al inquilino de su única vivienda en España de que en 5 meses se tendría que marchar, su respuesta fue tan rotunda como desconcertante: “no me voy a ir”. Así lo han decidido contar en un vídeo de su cuenta de YouTube: “imaginaros que tú vienes con todas tus maletas y con tus hijos pequeños, menores de edad, y quieres entrar en tu casa pero resulta que no puedes entrar porque hay un señor que, aunque por contrato debería de haberse ido hace meses, ha decidido que no se va. Pues eso es lo que nos ha pasado a Sebas y a mí hace unos meses antes de entrar en nuestra casa”, comenzaban explicando, adelantando que han vivido un auténtico calvario.

“Nosotros estábamos viviendo en otro país, Florida, Estados Unidos. Tenemos dos hijos menores y esta es nuestra casa, nuestra primera y única vivienda”, ha querido recalcar Nuria, explicando que, cuando se mudaron a EE.UU, decidieron alquilar su casa. Conscientes de que era su única vivienda, decidieron incluir en el contrato una cláusula en la que, a partir del año de contrato, ellos (como dueños) podían rescindir el contrato “por X motivos”, siempre y cuando se lo notificaran con dos meses de antelación. Pues, como sigue contando, le dieron 5, informándole en enero que debía abandonar la casa el 31 de mayo. Y su respuesta fue: “vamos a tener un problema”.

“A mí me operan en noviembre, lo único que quería era la tranquilidad de mi casa”

Nuria, como ha explicado en otros vídeos, durante los primeros meses del cáncer se trató en Estados Unidos y, de hecho, se operó en noviembre. A raíz de la enfermedad, se dio cuenta de que quería estar cerca de su familia, por lo que decidió regresar a España y tener tranquilidad (como inciso, tuvo que aclarar recientemente que nunca dejó de tributar en nuestro país).

“En ese momento imaginaos la situación. A mí me operan en noviembre, me diagnostican en noviembre y en enero nosotros decidimos volvernos a España porque decidimos que yo quiero tranquilidad y necesito estar cerca de mi familia. Empiezo a tomarme el tratamiento a finales de enero, lo único que yo quería en ese momento era pisar mi casa, la tranquilidad de mi casa”, explica Nuria, añadiendo que le explicaron al inquilino el motivo por el que habían decidido regresar.

A pesar de ello, afirman que al inquilino le dio igual, contestando este que “le venía mal buscar casa, que había estado mirando y que no encontraba una casa como la nuestra. Y que el 31 de mayo no se iba y que íbamos a tener un problema”. Hasta ese momento, el matrimonio cuenta que no habían tenido problemas, y que de hecho había mantenido la casa muy limpia y en perfecto estado.

“Vuelvo con una enfermedad y además es mi primera y única vivienda, ¿y me estás diciendo que yo no voy a poder entrar en mi casa?”

Cuando vieron que al mes y medio aproximadamente seguía sin dar noticias de su partida, decidieron mandarle un burofax y contactar con un abogado, explicando que ahí vino el “varapalo grande”. Y es que este les confirmó que sí que podían tener problemas, ya que el proceso, si seguía sin marcharse, podría tardar hasta un año.

“¿Me estás diciendo que con cuatro agravantes y la ley de la mano, es decir, con hijos menores de edad, a mí se me acaba la Visa en un país, yo vuelvo con una enfermedad y además es mi primera y única vivienda ¿me estás diciendo que yo no voy a poder entrar en mi casa? Pues no, no puedo entrar en mi casa”, explicaba frustrada Nuria. Este, aseguran, incluso después de decirle que habían contactado con un abogado, se seguía negando: “Que no, no me voy a ir”. 

Les extorsionó a cambio de irse

Lo “más surrealista”, cuenta la pareja, es que este llegó a extorsionarles a cambio de dejar la casa. “Este hombre no solamente nos robó nuestra casa sino que nos robó nuestra paz, nuestra tranquilidad, nuestro sueño durante muchos meses y además hubo un momento en el que yo me planteé ir al médico porque yo estaba en un estado de nervios que para todo el proceso que yo estaba viviendo pues realmente era lo que menos me interesaba en ese momento”, relata Nuria.

Además, afirman que el inquilino tenía muy claro qué les podía exigir, resultando que él mismo era abogado. “Él claramente me dijo: ‘me tienes que dar los dos meses de alquiler antes del 5 de mayo y el último mes no te lo voy a pagar’. Es más, no pagó ni la luz nada, ese último mes que estuvo en casa no lo pagó y además le tuvimos que pagar dos meses y encima confiar en la buena fe de que el día 31 él iba a entregar las llaves”, explican.

Sobre la postura del inquilino, este estaba muy tranquilo: “No pasa nada, denunciadme, tienes que esperar al 31 de mayo que es el ultimátum que a mí tú me has dado. Pones la denuncia, que la denuncia se admita a trámite, que una vez que se admita a trámite haya periodo de negociación y en el periodo de negociación lo que yo te voy a pedir es lo mismo que te estoy pidiendo ahora”, les respondió este.

“Por suerte, abandonó la casa”

Afortunadamente, el matrimonio cuenta que el inquilino dejó la casa el 31 de mayo, después de ceder y pagarle lo que pedía. Asimismo, explican que se tiraron un tiempo mandándole inmuebles y pasándole los informes médicos de Nuria, para que viera que su enfermedad era real. No obstante, más que por “buena fe”, creen que ha acabado abandonando la casa porque sabía que podía meterse en un lío si la enfermedad de Nuria empeoraba a causa de esta okupación.

“Por suerte abandonó la casa, pudimos entrar en la fecha tras dar el dinero. Vivir esa incertidumbre la verdad que ha sido una de las situaciones más complicadas junto con lo de la enfermedad de Nuri que hemos vivido”, contaba Sebastián. Por ello, la pareja lo tiene claro: “La primera vez que hemos alquilado nuestra casa en 18 años que llevamos viviendo aquí y la verdad es que probablemente sea la última”.