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Varios jubilados mayores de 80 años hablan claro: “si pudiera volver atrás lo traería del cielo, desde los 21 años; la vida es un regalo”

Estos jubilados explican cómo ha sido su dura vida y de cómo se han enfrentado a los problemas.

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Varios jubilados mayores de 80 años hablan claro: “si pudiera volver atrás lo traería del cielo, desde los 21 años; la vida es un regalo” |Youtube
Francisco Miralles
Fecha de actualización:
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Los jubilados son la voz de la experiencia, ya que debido a su edad han vivido situaciones de todo tipo, tanto buenas, como mala y duras. En este sentido, varios jubilados mayores de 80 años han explicado al canal de Roiky cuáles han sido su mayores errores así como qué consejos le darían a los jóvenes de hoy en día.

En cada entrevista siempre se repite la misma idea. Muchos desearían haber aprovechado mejor el tiempo. Un entrevistado reconoce que le hubiera gustado ver más mundo. Otro lamenta no haber estudiado más.

Una mujer admite que la falta de oportunidades educativas marcó su destino y confiesa emocionada que en su época se quedaba en casa cuidando a sus hermanos mientras ellos sí iban al colegio. Varios coinciden en que el arrepentimiento nace más de lo que no se hizo que de lo que sí.

“Me gustaría volver a tener 30 años”

La mayoría asume que la juventud es un regalo que solo se aprecia cuando ya ha pasado. Un hombre cuenta que ha tenido “una vida superfeliz” y afirma que todavía se siente en “una segunda juventud”, aunque reconoce que “los años no perdonan”. Otro asegura que repetiría casi todo otra vez, incluso sabiendo que hoy hay decisiones que no volvería a tomar.

Algunos testimonios son más duros. Una mujer confiesa que su mayor arrepentimiento sería no haber podido traer a su marido al país antes de que falleciera. Otra admite que la soledad llega sin avisar y sus palabras resumen una realidad compartida por muchos mayores. “Te quedas sola porque los hijos se casan, el marido se muere y así es la vida” explica con serenidad.

Muchos entrevistados trabajaron desde muy jóvenes. Uno lo resume con firmeza “He tenido una vida con mucho trabajo pero agradable”. Otro recuerda que siempre eligió lo que más convenía porque veía pocas opciones. Se repite un patrón común. Crecieron en tiempos de escasez, sin oportunidades para estudiar una carrera o perseguir sueños más allá de lo urgente.

Algunos relatan episodios traumáticos. Un hombre explica entre lágrimas que sufrió un derrame cerebral de un momento a otro y que desde entonces su parte izquierda ha quedado inválida. Asegura que lo ha aceptado pero reconoce que el dolor está ahí. “Pierdes la vida en un momento” confiesa con una honestidad que conmueve y añade que la familia sufre incluso más.

Otros hablan desde una mezcla de humor y filosofía. Uno cuenta que fue hippy en Ibiza, que corrió maratones y que ganó concursos. Otro relata su historia como carpintero en Alemania, Italia y Luxemburgo y recuerda que mantuvo su relación a base de cartas de un país a otro. Lleva más de sesenta años casado y resume la clave de su matrimonio en una frase “Creerse mucho, aguantar cosas uno del otro y seguir siempre adelante porque quien la sigue la consigue”.

Consejos a los jóvenes

Aunque los años pesan, casi todos tienen claro el mensaje que quieren dejar. La mayoría pide preparación. “Que se preparen bien porque el futuro está muy complicado” advierte uno de ellos. Para otros la clave está en el respeto y en la educación. “Empatía sobre todo empatía” repite un hombre convencido de que sin respeto no hay convivencia posible.

La importancia de estudiar se repite en muchos testimonios. “Estudiar y ser buenas personas con la gente” recomienda un jubilado que observa diferencias notables entre la juventud de hoy y la de su época. Otro pide conservar los buenos trabajos porque no siempre se repiten las oportunidades. Una mujer habla de paciencia y asegura que es esencial porque los problemas llegan y hay que saber afrontarlos.

Algunos mencionan la necesidad de desconectar del móvil. Un entrevistado dice que ha visto a “cuatro jóvenes juntos hablando por el móvil entre ellos” y lo considera un error. “El contacto con la gente es lo bonito” insiste.

Tampoco faltan advertencias directas. “Que no sean tan golfos” recomienda uno entre risas. Otro lo simplifica en una frase que condensa toda una vida “Trabajo, fuerza de voluntad y adelante”.

Las reflexiones también apuntan a la importancia de tener metas. “Cuando no tienes proyectos el tiempo es relativo” explica un hombre que vive la vejez con nuevos objetivos. Para finalizar, un jubilado manda un mensaje claro, en el que explica que hay que seguir “la constancia, la constancia, la constancia, al final llega el premio”.