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Eva Matsa, maestra y ama de casa: “a mí me da absolutamente igual que mi hija llore”

Matsa explica que no le importa que su hija llore porque se trata de una emoción natural que no intenta silenciar, sino acompañar.

Eva Matsa, durante su vídeo
Eva Matsa, durante su vídeo |TikTok
Esperanza Murcia
Fecha de actualización:
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La maternidad es un tema complejo, del que se habla mucho, y donde conviven diferentes voces. Eva Matsa, maestra y ama de casa, que actualmente se encuentra cuidado de sus dos hijas pequeñas, es una de esas personas que, a través de las redes sociales, invita a reflexionar de todo lo que supone ser madre. Y en uno de sus vídeos hace una interesante reflexión sobre el llanto, expresando que no le importa que su hija llore, ya que es una expresión emocional natural, como la frustración o el enfado.

“A mí me da absolutamente igual que mi hija llore. Estoy preparada para recibir los comentarios, pero antes: mi hija llora porque le pasan cosas, se frustra, se enfada y mi objetivo nunca es que se calle”, comienza relatando, para explicar que su objetivo nunca es silenciar el llanto que al final es una emoción de su hija, si no acompañarla mientras siente eso, ofreciéndolo apoyo.

“Nunca la dejo llorando sola, que se ha hecho daño, ahí estamos. Que está frustrada, ahí estamos. Que ella quería el vaso rojo y le ha tocado el azul porque el rojo está lleno de m*****, pero quiere beber del rojo y yo le he dicho que no, ahí estamos. Que ella no quería irse a dormir ya, pero es que estamos pasadas de vuelta y se tiene que ir a dormir, ahí estamos contigo. Escuchando el llanto y nada, recordándote que ahora hay que ir a dormir y bueno, me da absolutamente igual que llores”, continúa explicando.

“Cuidarte a veces es que hagas cosas que no te apetece un huevo hacer”

Siguiendo con su testimonio personal, Matsa explica que, algo que sí que le molesta, es cuando su pequeña le habla como lloriqueando y quejándose, entre sollozos, que es un comportamiento que intenta corregir: “eso sí que me molesta. Ahí sí que paro y digo, “Emma, cuando me hablas así no te entiendo. ¿Tú me lo puedes decir de otra forma? Es que no sé lo que dices” y a corto plazo no funciona, pero a largo sí”, expresa.

Volviendo a la cuestión principal, reitera que “me la pela que llore”, porque su objetivo “no es que te calles, ni callarte, ni contentarte, porque por muy bien que nos lo pasemos juntas, soy tu madre y mi trabajo es cuidarte. Y cuidarte a veces es que hagas cosas que no te apetece un huevo hacer”.

Como broche final, invita a los usuarios a compartir su visión y experiencia sobre este tema: “¿a vosotros os molesta que lloren? ¿Intentáis que se callen o como a mí os gustaría que no lloraran, pero como lloran pues bueno, pues lo abrazamos y ya está? Como siempre, os leo”.

Estos son algunos de los comentarios que respondieron a esta invitación: “Qué razón tienes y qué difícil es a veces darte cuenta de que lo importante no es contentar o tapar, sino acompañar” o “me he reconocido en casi todo, excepto en lo de los sollozos, ahí yo actúo de manera diferente, creo que puede afectarle a nivel emocional que no aceptes sus sollozos o le exijas expresarlos de la manera que tú le digas y diferente a la que a ella le salga en un momento de expresión sentimental…”