Muchas veces los conductores cometemos actos que, aparentemente, no suponen un peligro, pero lo cierto es que sí. Es por ello que la DGT sanciona por lo que muchos creen inofensivo: escuchar música muy alta en el coche. Esta es una acción que está considerada como infracción. Es así porque puede generar numerosas distracciones tanto en el conductor del vehículo como en otros. Y sí; tiene una multa que puede llegar a los 3.000 euros.
De todas formas, hay que aclarar un detalle. Y es que esta norma forma parte de aquellas que no están verdaderamente explicadas dentro de la ley, lo que puede llegar a generar confusión o puro desconocimiento. Porque en ocasiones, el reglamento de conductores no especifica claramente si una determinada conducta puede ser objeto de sanción y queda sujeta a la libre interpretación de los agentes de tráfico.
Llevar la música a volúmenes altos puede acabar suponiendo una distracción y un peligro… bajo multas cuantiosas
Un ejemplo similar al de poner música alta -o no- en el coche es la duda que surge todos los veranos sobre si se puede conducir o no con chanclas, o con tacones o descalzos. La propia Guardia Civil ha respondido a esta pregunta muchas veces en sus redes sociales, subrayando que “no está específicamente prohibido conducir con chanclas, pero puedes ser sancionado por no ser capaz de mantener la libertad de movimientos”.
Y con esta ocurre casi lo mismo; el Reglamento permite sancionar a los conductores si se aprecia una pérdida de atención sobre la carretera, lo que incluye gestos como comer, beber, encenderse un cigarrillo o discutir con el acompañante. Y sí, cantar también.
Ante esto, lo que se recoge en el texto es que en el caso de llevar la música alta o muy alta, el conductor podría no escuchar los sonidos del entorno. Desde las sirenas de los vehículos de emergencia, los cláxones de otros coches o incluso señales acústicas que alerten de peligros inminentes. En la misma línea, el artículo 18.2 establece la prohibición de “conducir y utilizar cascos o auriculares conectados a aparatos receptores o productores de sonido”.
Los límites al volumen de la música están regulados por las ordenanzas municipales
Sobre esto, en el texto no hay tampoco un límite establecido, sino que dependerá también de lo que estipulen los ayuntamientos. “Se pueden establecer los 87 decibelios como la barrera para que te pongan una multa por llevar la música alta en el coche”, explica RACE. Tomando como ejemplo la ordenanza municipal de Madrid, si este límite se supera en 4 decibelios, la multa será de 90 euros. En cambio, si se supera en 7 o en 10 decibelios, “la cantidad a pagar parte de los 600 euros”.
Para las multas más altas, las cuales pueden variar entre los 650 y los 3.000 euros, también obedecen a si el ruido afecta a la seguridad en la conducción o si molesta a otras personas en la vía. Por esta razón, la Dirección General Tráfico a través de las redes sociales, invita a elegir una música que no distraiga la atención, no adormezca y no fomente una actitud defensiva o agresiva.
También debemos saber que no es una multa que se aplica solo en caso de que el coche esté en marcha. Pues si el vehículo está aparcado pero la música sonando (y superando los límites), la sanción puede llegar igualmente. Los agentes pueden llevar un sistema de detección de ruido (sonómetro) capaz de detectar y medir los decibelios que emite nuestro coche, ya sea por ruido mecánico como por música.
Con todo, serán las ciudades y localidades de toda España las que puedan poner unas sanciones u otras, pues son ellas las que tienen potestad para hacerlo según sus Ordenanzas Municipales de Movilidad. Es ahí que, debido a que las normativas son distintas, también lo serán las sanciones impuestas, por lo que no en todas las ciudades nos van a multar con una misma cantidad de dinero.
