El inquietante sonido bajo el mar que preocupa a los científicos: resuelto el misterio

La fosa de las Marianas es un profundo socavón en el fondo del mar, a 200 kilómetros de estas islas y en el océano Pacífico. En el año 2014, un equipo de científicos que exploraba la zona, comenzó a escuchar un extraño chasquido. Un sonido que, a 11.000 metros de profundidad, tan lejos del nivel del mar, no tenía explicación. Otro misterio que sumar a los descubrimientos más recientes y aparentemente inexplicables, como los 200 millones de toneladas de metales localizados en Tokio.  

Los ruidos eran fuertes y secos, no podían ser de ningún animal marino. Al menos de los que se conocían hasta ahora. Pero la ciencia ha dado la vuelta a estos argumentos y ha descubierto que sí, que ese estruendo inquietante que traía de cabeza a la comunidad científica procede de seres vivos. Pero, ¿cuáles? ¿Y cómo pueden sobrevivir en la zona más profunda conocida del ecosistema marino?

Lo primero que hicieron fue ponerle nombre. Un ruido tan misterioso y especial merecía un nombre por el que se le conociera a lo largo de los años. Le llamaron ‘biotwang’ y fue el centro de muchas teorías sobre el fondo del mar. Empezando por criaturas abisales y terminando por teorías geológicas.

El estudio que ha revelado el misterio

Ha sido la conocida revista Frontiers in Marine Science la que ha resuelto el enigma que preocupaba a los científicos de medio mundo. Fueron ellos los que abrieron una investigación sobre lo que estaba pasando en el fondo de las islas Marianas y encontraron una respuesta que jamás imaginaron. 

Una vez que analizaron el sonido de la Fosa de las Marianas, empezaron a sospechar de unas ballenas. Se trataba de las conocidas como ballenas de Bryde, en las que nadie había pensado hasta el momento. 

Encontraron diez de estos cetáceos que estaban nadando al lado de las Marianas y para sorpresa de los investigadores, el sonido que emitían era el mismo que el que escucharon en la fosa. Lo primero que hicieron fue repetir una y otra vez las grabaciones. Y, cuando estuvieron casi seguros, recurrieron a la Inteligencia Artificial.

La Inteligencia Artificial convirtió el sonido en imágenes

Cuando pasaron los datos por la Inteligencia Artificial, consiguieron que esta convirtiese las ondas en imágenes. Estas revelaron otros datos que podrían parecer increíbles. Uno de ellos es que se trata del sonido más fuerte de los conocidos en la Tierra, ya que alcanza los 200 decibelios. 

Luego, superpusieron las imágenes de la IA, con los sonidos, a lo que se había conseguido en las investigaciones submarinas. Y coincidían. Estas fosas son particularmente profundas y peligrosas, y solo han accedido a ellas 7 personas. 

Uno de ellos, el director de Titanic, James Cameron que tiene su propio sumergible llamado Deepsea Challenger.