Bill Gates lo tiene claro: “El daño (a los jóvenes) ya está hecho”

Bill Gates es una de las personas más influyentes del mundo. No solo por haber fundado y dirigido Microsoft hasta 2006, sino porque es un ejemplo para muchos de cómo se puede lograr el éxito profesional. El magnate se dedica actualmente a invertir en nuevos proyectos y a dar su opinión sobre cuestiones sociales que le preocupan. Tal es el caso de sus últimas declaraciones a la cadena estadounidense, CNBC, en donde dijo cuál cree que es el mayor problema al que se enfrentan los jóvenes.

“El daño ya está hecho” y revertir la situación será muy complicado, afirmaba Gates en el programa Make It, refiriéndose a la desinformación. “Es algo que tuve que evitar en su momento” explica y señala que cuando lo consiguió, él y la gente de su generación, le dejó el problema a los más jóvenes.

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Un daño irreparable

Gates considera que el daño que produce la desinformación es irreparable “y si lo captas un día después, el daño ya está hecho”. La rápida expansión de noticias falsas, impulsadas según él, por el uso de la inteligencia artificial (IA), ha generado un problema y un desafío creciente muy difícil de afrontar.

Bill Gates says this is the No. 1 unsolvable problem facing today's young people: 'The harm is done' https://t.co/snhTIMLSOR

— CNBC Make It (@CNBCMakeIt) September 5, 2024

La desinformación en la vida de Bill Gates

El propio Bill Gates ha sido protagonista de muchas noticias falsas que han circulado por internet, pero el hecho que lo ha llevado a reflexionar sobre la herencia que estaba dejando a los jóvenes, ha sido una experiencia personal. Según cuenta el mismo Gates, lo que lo hizo pensar en que el impacto de la desinformación no es un problema abstracto, fue lo que le contó su hija.

“Escuchar a mi hija hablar sobre cómo había sido acosada online, y cómo sus amigos habían pasado por lo mismo en varias ocasiones, puso el tema en perspectiva de una manera en la que no había pensado antes”.

Sin embargo, y aunque reconoce que hay que establecer reglas para frenar esta situación, reconoce que no sabe cómo hacerlo “soy sensible al argumento de que restringir cualquier tipo de información online podría dañar el derecho de la libertad de expresión”. También dice que no sabe quién o quienes deben asumir la responsabilidad de poner límites para que este problema se solucione.