Una de las infracciones más habituales cometidas por los conductores al circular está relacionada con las rotondas. Tanto es así que la DGT ha optado por imponer multas cuantiosas a quienes incumplan esta norma y, sobre todo, a aquellos que en las glorietas excedan el límite establecido o circulen a una velocidad inadecuada. De hacerlo, pueden enfrentarse a sanciones de hasta 600 euros.
Hablamos de unas rotondas que son, en teoría, uno de los elementos más seguros de la red viaria. Pero en la práctica se han convertido en un foco de sanciones. Y es por eso que la Dirección General de Tráfico, la DGT, recuerda que cometer errores en ellas no es un despiste menor, y puede salir caro tanto en dinero como en puntos del carnet. Según las cifras del organismo vial, uno de cada tres conductores implicados en estos siniestros cometía alguna infracción.
No ceder el paso, la infracción más común en las rotondas: la DGT puede sancionarte con 500 euros
El primer fallo frecuente es no ceder el paso al entrar. Quien ya circula dentro de la glorieta siempre tiene prioridad. Ignorar esta norma está tipificado como infracción grave y puede acarrear una multa acompañada de la pérdida de puntos.
Otro error común es abandonar la rotonda desde el carril interior. Aunque muchos conductores lo hacen, está prohibido. La salida debe realizarse siempre desde el carril exterior, previa colocación con antelación. De lo contrario, se sanciona por conducción antirreglamentaria y por poner en riesgo al resto de vehículos bajo una sanción de seis puntos y 500 euros de multa.
La velocidad es otro de los aspectos vigilados. Entrar o salir demasiado rápido no solo multiplica el riesgo de accidente, también puede costar desde 100 hasta 600 euros y, en los casos más graves, la retirada de hasta seis puntos del carnet.
Dos errores claros son no señalizar la maniobra en las rotondas o no respetar la distancia mínima
Tampoco se libra el uso de los intermitentes. No señalizar la maniobra en las rotondas, ya sea al cambiar de carril dentro de la glorieta o al salir de ella, puede considerarse infracción por crear un peligro innecesario. Y lo mismo ocurre con invadir líneas continuas o saltarse las señales de stop y ceda el paso en los accesos. Estas son conductas que conllevan sanciones económicas inmediatas.
Otro error en las rotondas tiene que ver con no respetar la distancia de seguridad mínima que debe mantenerse entre los vehículos. Esto es fundamental, especialmente en una vía tan concentrada como una rotonda, de la que continuamente entran, cambian de carril y salen coches.
En cualquier momento puede haber un fallo o un despiste, por lo que es imprescindible contar con margen de maniobra para poder responder adecuadamente y de forma segura. Y para eso se necesita una distancia de seguridad mínima.
La DGT insiste en que el objetivo no es recaudar, sino reducir la siniestralidad en un punto especialmente conflictivo del tráfico urbano e interurbano. La receta para evitar multas es sencilla: bajar la velocidad, respetar la prioridad, circular por el carril correcto y señalizar siempre las maniobras.
Los expertos en seguridad vial insisten en que la clave está en la educación y el respeto. “La rotonda no es un espacio para improvisar. Cada carril tiene su función y las maniobras deben hacerse de forma anticipada”, repiten desde las autoescuelas. No es casualidad que este sea uno de los puntos que más nervios provoca en los exámenes de conducir.
