Arqueólogos descubren una tumba de 5.000 años de antigüedad que podría ser la puerta de entrada a un reino prehistórico

El descubrimiento de la tumba M27 en las ruinas de Wangzhuang podría revelar los orígenes de una antigua capital de un reino prehistórico en China.

Arqueólogos descubren una tumba de 5.000 años de antigüedad que podría ser la puerta de entrada a un reino prehistórico
Arqueólogos descubren una tumba de 5.000 años de antigüedad que podría ser la puerta de entrada a un reino prehistórico Getty
Francisco Miralles

Un equipo de arqueólogos han descubierto un conjunto de tumbas de 5.000 años de antigüedad en las ruinas de Wangzhuang, situadas en la provincia de Henan, en el centro de China. Entre las sepulturas destaca la tumba M27, que podría haber pertenecido a un rey prehistórico, según el tamaño del enterramiento y la cantidad de artefactos funerarios encontrados. Los expertos apuntan que este sitio podría haber sido la capital de un reino prehistórico vinculado a la antigua cultura Dawenkou, que se desarrolló entre el 4000 a. C. y el 2600 a. C.

El último descubrimiento indica que las ruinas de Wangzhuang no son un asentamiento común, sino más bien la capital de un reino prehistórico”, manifiesta Zhu Guanghua, profesor asociado de la Universidad Normal Capital y líder del proyecto de excavación.

Clases y jerarquía social

Los arqueólogos hallaron un total de 45 tumbas, incluidas varias de la cultura Dawenkou. Según Liu Haiwang, arqueólogo del equipo, los enterramientos muestran evidencias de una marcada estratificación social. “La exquisita cerámica, las herramientas de piedra y los artefactos de jade demuestran vívidamente la división del trabajo y el nivel de productividad de la época”, explicó Haiwang. Además, añade que “la riqueza de los objetos funerarios está estrechamente relacionada con el tamaño de las tumbas, lo que indica que ya había surgido una clara jerarquía social y estratificación de clases”.

Entre los artefactos encontrados es de interés los objetos que reflejan las tradiciones y los rituales locales, como dientes de ciervo de agua y jarras de boca estrecha. Al mismo tiempo, se hallaron piezas provenientes de regiones lejanas, lo que sugiere intercambios culturales significativos.

Li Zinwei, subdirector del Instituto de Historia Antigua de la Academia China de Ciencias Sociales, manifestó: “Sus descubrimientos dan testimonio de los intercambios iniciales de la civilización china primitiva, lo que proporciona evidencia de la naturaleza de la diversidad dentro de la civilización china”.

Para los arqueólogos, el yacimiento refuerza la relevancia de la cultura Dawenkou en la historia de China. Según explican en un artículo publicado por Archaeology Magazine, esta cultura es conocida por sus avances en la producción de cerámica y por haber influido en las tradiciones rituales que más tarde marcarían las dinastías chinas.

La tumba M27 presenta algunos daños y desperfectos, lo que sostiene, según Guanghua, que podrían haberse producido poco después de su construcción. “Se encontraron restos parciales del ocupante, como huesos de los dedos de los pies, y muchas piezas ceremoniales fueron rotas intencionadamente”, explicó el profesor. Esto podría deberse a una pelea o trifulca entre rivales enemigos del posible rey sepultado.

El yacimiento de Wangzhuang se perfila como un descubrimiento con el que se puede comprender aún mejor cómo eran las civilizaciones prehistóricas de China. Situado estratégicamente en la cuenca del río Yangtsé, el sitio no solo arroja luz sobre las estructuras sociales y los rituales de la época, sino que también permite explorar cómo las diversas culturas regionales interactuaron y contribuyeron al desarrollo de la civilización china. “El descubrimiento ofrece ejemplos importantes para estudiar la fusión cultural en diferentes regiones prehistóricas”, concluyó Zinwei, subrayando la trascendencia de este hallazgo arqueológico.

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