La figura de las amas de casa se infravalora con frecuencia, como suele ocurrir con todo lo que tiene que ver con los cuidados, a pesar del sacrificio que conlleva. Especialmente en lo personal, sintiéndose muchas mujeres aisladas e incluso anuladas por la gran carga de trabajo que deben soportar todos los días. De ahí su frustración cuando, para muchas personas, sigue sin verse como un trabajo.
Arielys, a través de su cuenta de TikTok (@arielys_and), ha reflexionado sobre este tema, intentando derribar muchos de los perjuicios que se asocian a las amas de casa. El primero de ellos, “qué suerte tiene ella de que la mantengan y no tenga que trabajar”, a lo que responde rotunda: “no, te equivocas, no me mantienen. Los dos trabajamos, él fuera y yo cuidando, criando y manteniendo nuestro hogar”.
En este sentido, señala que siempre se ha sobrevalorado el rol de las mujeres que se quedan en casa, “cuando un trabajo en la calle solo dura 8 horas y en la casa es 24/7. Los dos tenemos ocupaciones importantes porque sí, él trabaja fuera todo el día, pero cuando llega a la casa ella lo tiene todo limpio, la comida hecha, la ropa lavada y él puede llegar a descansar”, añade.
“Fui yo quien detuvo su vida, puse en pausa mis sueños, me aislé del mundo por completo y dejé mi independencia”
Siguiendo con su mensaje, Aryelis intenta señalar algunas de las implicaciones que supone ser ama de casa, y el precio que ha pagado por ella: “No digas que tengo suerte porque no me ves fuera trabajando, porque además de todo lo que hago día a día para que mi hogar está impecable, fui yo quien detuvo su vida. Puse en pausa mis sueños, me aislé del mundo por completo y dejé mi independencia para dedicarme completamente a cuidar a los niños y del hogar”.
En lo que respecta su rutina, detalla que se pasa horas “sin interactuar con otras personas, sin siquiera abrir la puerta para ver cómo está el clima”, ya que sus días giran en torno “a cambios de pañal, dar biberones, tiempo de calidad, limpiar, lavar ropa y cuidar de una personita que depende completamente de mí”.
Esto, además, según cuenta, es frustrante, porque trabajas y trabajas y a veces parece que no se ven los resultados: “Por más que hago y hago, la casa nunca se mantiene limpia y el resto del mundo sigue avanzando mientras yo me siento estancada en el tiempo”.
Como reflexión final, expresa que “este juego no es de que quien se sacrifica más o de quién pone más dinero para los gastos. Se trata de apoyarse mutuamente, de ser un equipo y de mantener el equilibrio de una familia por completo”. Por esta razón, pide “que dejemos de decir que ella tiene suerte y que es una mantenida porque su marido sale a trabajar para que ella se quede en casa” y mejor digamos “que ambos tienen la dicha de tenerse el uno al otro, de apoyarse y de permanecer unidos a pesar de las adversidades, porque la carga de conformar una familia no la lleva una sola persona y va mucho más allá que solo poner dinero sobre la mesa”.

