En la era de los smartphones, donde cada año se lanzan nuevos modelos cada vez más avanzados, es fácil olvidar los teléfonos móviles antiguos. Sin embargo, algunos de estos aparatos de antaño han adquirido un valor sorprendente en el mercado de coleccionistas. Tanto es así, que en caso de que tengamos algún Nokia, Motorola o Apple, como uno de los primeros iPhone, podríamos llevarnos 2.000 euros… o incluso más.
Es que la tecnología va avanzando a pasos agigantados y los dispositivos que ya son una extensión más de nosotros en nuestra vida diaria se van quedando obsoletos en un periodo de tiempo relativamente corto. Algunos más que otros, como pueden ser los videojuegos más clásicos, donde también llegan a ofrecer cantidades sumamente altas por ellos. Pero sin duda los que más sufren esta obsolescencia son los teléfonos móviles.
Por el Nokia 3310 los coleccionistas pagan unos 500 euros
Pero esto no quiere decir que estén destinados a ir al contenedor, sino que con el paso de los años se pueden convertir en piezas míticas de coleccionista. Especialmente aquellos que son modelos de una primera gama, los cuales se consideran muy valiosos. Seguramente recordemos el Nokia 3310, un móvil legendario que más allá de su extrema dureza y resistencia, se convirtió en todo un símbolo para una generación.
La duración de la batería era excepcional -que ya quisiéramos en la actualidad-, permitiendo que el teléfono durara varios días con una sola carga, ideal para aquellos que buscaban un teléfono fiable sin necesidad de recargas frecuentes.
Su diseño clásico y la popularidad que alcanzó en la primera parte de la década de 2000, con funciones como los SMS, juegos y tonos, hicieron que su popularidad creciera a niveles nunca antes vistos. Hoy, también.
El primer terminal de Apple, el iPhone 1, toda una reliquia
Es por esto que ese que tenía la fama de ser el más resistente del mundo puede llegar a costar, en buen estado y con la caja original, entre 100 y 500 euros para aquellos que gustan del coleccionismo de estos terminales. Pero también lo hacen otros como los Apple, en concreto el primer terminal iPhone de la marca de la manzana.
Por este, que se lanzó en 2007, hace 18 años, se llegan a pagar unos 2.000 euros en pleno 2025. Aunque todos concuerdan que con el paso de los años este dispositivo tendrá un valor del que seguirá incrementando.
Y es que los amantes de la tecnología antigua buscan a diario algunos de los modelos más exclusivos y en mejor estado del mercado. La mayor parte de estos aparatos han dejado de fabricarse y son casi imposibles de conseguir, por lo que pueden tener un gran valor económico.
Porque estos dispositivos, antes desechados, se han convertido en objetos de deseo para coleccionistas, inversores y aquellos que buscan una alternativa a los smartphones actuales. Su diseño icónico, su valor sentimental y su escasez los han convertido en piezas únicas, cotizadas a precios elevados en el mercado de segunda mano.
El Motorola Startac 130 o el Ericcson T10 se llegan a comprar por 600 euros
Otro de los móviles vintage o antiguos más destacados para casas como ebay, entre otras, es el Motorola StarTac 130, donde este tipo de coleccionistas llegan a pagar hasta 450 euros.
Incluso, con el fin del milenio pasado, llegó otro dispositivo que siguió el diseño flip phone, el clásico móvil con tapa que tanto se llegó a utilizar en los primeros años de los 2000, y que aún hoy hay marcas que han vuelto a este origen. Es el caso de la compañía sueca Ericsson, quien lanzara al mercado el modelo T10 que demostró, entre otras cosas, que los móviles podían tener colores para mostrar personalidad, lo que los diferenciaba claramente del resto del mercado.
Al igual que otros modelos a finales de la década de los 90', el Ericsson T10 contaba con una pantalla monocromática. Disponía de vibración, tonos de llamada y hasta compositor de melodías. Para muchos rematadores, este es un móvil antiguo que puede tener hoy un valor de aproximadamente 600 euros.
Si tienes uno que aún funciona, especialmente si conservas su cargador original, el embalaje y accesorios extra como carcasas de repuesto, por ejemplo, podrías obtener cifras mayores a los 2.000 euros al venderlos. Estas cifras, claro, dependen del estado del dispositivo: cuanto mejor cuidado esté, mayor será su valor.

