Adrián Díaz es un empresario español afincado en China, donde ya lleva casi 20 años residiendo. En este país también asesora a empresas europeas que quieren iniciar su actividad comercial allí y, recientemente, se ha hecho popular por contar el choque cultural que existe entre España y China.
En una de sus últimas intervenciones, en el programa de Herrera en COPE, ha profundizado en los aspectos sociales, llamando especialmente la atención la diferencia tan grande que puede haber entre ambos países. Si en España, actualmente, los ‘okupas’ es una de las cuestiones que más preocupa a la ciudadanía, Díaz asegura que “el fenómeno okupa sería impensable en China”.
Las diferencias no acaban ahí, porque este empresario también ha asegurado que en el país asiático “no se ve gente pidiendo” pidiendo en las calles. ¿La razón? Porque no se concibe culturalmente dar limosna: “Si alguien está en la calle, es porque se lo merece. No existe un mercado de la mendicidad”, afirmaba en el citado programa de radio.
Indagando más en el lado social, Díaz también explicó que “tener un hijo en China es una inversión más que un gesto de amor, porque no existe un Estado que vaya a sostenerte en la vejez o en una enfermedad”. Siguiendo con este choque cultural, afirmó que la censura en China sí que está bien vista: “Cuando les contaba que en España se secuestró una portada de ‘El Jueves’, me decían que les parecía bien: los jefes de Estado se respetan”.
Sorpresa por dar los fines de semana libres: “Me dijeron que qué clase de empresario en su sano juicio, pudiendo tener las máquinas funcionando 30 días, las iba a parar ocho”
Pasando al plano laboral, Adrián Díaz explicó en la misma entrevista de Herrera en COPE que causó un gran revuelo cuando ofreció a su plantilla tener los fines de semana libres: “Me dijeron que qué clase de empresario en su sano juicio, pudiendo tener las máquinas funcionando 30 días, las iba a parar ocho. Eso significaba que no tenía futuro y que el negocio iba mal”.
Tal fue el punto que, una vez, necesitó los servicios de uno de sus trabajadores el sábado, y este le respondió que no podía trabajar por una razón muy singular: “Como me habías dado fiesta los fines de semana, me he buscado otro trabajo”, y es que este trabajador no concebía quedarse en casa cuando el resto de su familia sí trabajaba de lunes a domingo.
Siguiendo con las peculiaridades del ámbito laboral, Díaz explicó que, como la lucha por la retención del talento es tan alta, algunas empresas recurren a métodos que en España serían ilegales. Y es que una práctica común es no pagar el salario a ese trabajador valioso durante dos o tres meses, reteniéndolo, y después pagárselo todo junto a final de año. Así, no se pueden marchar de la empresa.
Es tan común, aunque aquí en España sería impensable, que incluso le propusieron que lo hiciera con sus trabajadores: “cuando propuse que me negaba a hacer esto, me dijeron: Adrián, tú eres tonto. Si corre el rumor de que en esta fábrica no se retienen los salarios, vendrán todas las fábricas de este complejo industrial a robar trabajadores”, concluyó en el mencionado programa.

