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Eduardo Ballesteros, lotero, sobre el sorteo de Navidad: "El 25 está agotadísimo, pero también se llevan mucho 18"

Para el gerente de la administración de La Manchega estas son las semanas clave en la venta de boletos de Navidad.

Eduardo Ballesteros en la administración de lotería
Eduardo Ballesteros, lotero, sobre el sorteo de Navidad: "El 25 está agotadísimo, pero también se llevan mucho 18" |El Español de Alicante
Antonio Montoya
Fecha de actualización:
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El nuevo sorteo de la Lotería de Navidad de este 2025 está a la vuelta de la esquina, de hecho queda menos de un mes, ya que se celebrará el próximo 22 de diciembre. No es un premio cualquiera de la lotería, sino que es el sorteo del año, el más esperado por todos los españoles. De ahí que el pasado 12 de noviembre lo anunciaran por todo lo alto con un nuevo vídeo emotivo que motiva a todo el mundo a comprar un décimo que podría cambiar sus vidas.

Estamos a principios de diciembre y las administraciones empiezan a tener largas colas de gente en busca de su número preferido, tanto aquellos que compran su boleto en familia como para los que lo comparten con su grupo de amigos o sus compañeros de trabajo. En ese ambiente está inmerso Eduardo Ballesteros, un lotero de Alicante que ha contado para El Español de Alicante cuáles son los números más elegidos en esta cuenta atrás y cuáles están incluso agotados ya.

El gerente de la administración número 7, 'La Manchega', asegura que a medida que se acerca la Navidad las administraciones tienen menos descanso y venden más. Es tanto así que, aunque las ventas arrancan en julio, ahora llega "la cumbre" de la campaña.

La afluencia es tan grande que, a diario, se acercan a la ventanilla vecinos, empleados de los comercios más cercanos y clientes de siempre que no quieren quedarse sin su número de la suerte.

La administración La Manchega comenzó su actividad en 1954, cuando la abuela de Ballesteros obtuvo la licencia. Originaria de El Salobral y afincada en la capital albaceteña, decidió poner a su administración un nombre que sirviera de homenaje a sus raíces.

Los números más buscados

Desde entonces, el negocio ha permanecido en manos de la familia. Hoy, Ballesteros trabaja junto a un equipo formado por cuatro personas.

El interés por ciertos números ha llegado a ser tan alto que varias terminaciones están agotadas desde hace semanas. Ballesteros afirma que el 25, por coincidir con el número del año, está "agotadísimo".

También se han vendido por completo el 13, el 19 y el 15, terminaciones clásicas que nunca dejan de atraer a los supersticiosos. Este año, además, el 18 se ha convertido en uno de los favoritos, aunque el gerente reconoce que no sabe por qué.

Los compradores suelen fijarse sobre todo en los últimos dígitos del número. "Es raro que alguien pida un décimo empezando por un número concreto", señala.

Cuánto gasta la gente en lotería de Navidad

Ballesteros estima que el gasto medio por persona supera con facilidad los 100 euros durante toda la campaña. Muchos terminan "gastando más de la cuenta" por la presión de participar en el número de la empresa, del bar habitual o del grupo de amigos.

Incluso quienes no suelen jugar acaban comprando algún décimo o participación para no quedarse al margen. El gerente recuerda que, a pesar de esta tendencia al alza entre muchos clientes, el precio del décimo "se ha mantenido igual" con los años, mientras que los salarios y el coste de vida han cambiado.

Entregaron un segundo premio del Niño

Aunque no recuerda anécdotas recientes, Ballesteros sí conserva en la memoria los premios repartidos por la administración. El más reciente fue un segundo premio del Sorteo de El Niño de este año.

Hace dos años volvieron a entregar un segundo premio del Niño. Y en 2018 vendieron un quinto premio de Navidad.

Hoy declara con una media sonrisa que "esperamos dar el gordo este año". Un premio gordo que puede dar mucho dinero al que tenga el número afortunado, aunque a algunas personas eso les ha llevado a la ruina.

El gerente sostiene que la ludopatía vinculada a la lotería "no existe", puesto que el tiempo que transcurre entre la compra y el sorteo limita los impulsos que sí aparecen en tragaperras, bingos o casinos.

A su juicio, el sorteo se vive más como una tradición social que como un juego que implique riesgo. Ballesteros recalca que la administración conserva vivo su vínculo con la historia familiar.

Un negocio que nació como homenaje a sus raíces manchegas y que continúa siendo un lugar de referencia para quienes buscan ilusión, costumbre y, por qué no, un toque de fortuna. Y quizá, el próximo 22 de diciembre, esa suerte tan deseada vuelva a salir de su ventanilla.