Vuelve la Lotería de Navidad y con ella vuelve la ilusión a miles de hogares que ven aquí la posibilidad de dar un giro radical a sus vidas. Es por eso que ya muchos están buscando los mejores números para intentar ganar el gordo o alguno de los premios que reparte este sorteo, de hecho, muchos ya se han agotado.
Una de las administraciones con más prestigio de España por la cantidad de premios que ha repartido y donde muchas personas acuden cada año a comprar sus décimos es el Conejo de Oro. Esta administración es casi parada obligatoria para quienes creen en la suerte y sobre todo en los premios de la Lotería de Navidad. Y si no que se lo digan a Daniel, su gerente, quien explica por qué la suerte es una rutina en su tienda de lotería.
La administración número 5 del centro comercial de Carrefour, en Torrevieja, se ha ganado su fama a base de dar premios y por eso Daniel considera que este año “no pueden fallar”. Un año en el que las ventas han crecido alrededor de un 2% respecto al año anterior, una subida que confirma que la confianza de los jugadores sigue aumentando.
Los números más buscados: el 25, el 17, el 69…
Hay ciertos números que parecen haberse convertido en protagonistas habituales de esta historia: el 25, el 17, el 69 o el 13 vuelven a salir una y otra vez por la ventanilla, buscados por quienes repiten décimo como si mantuvieran un pequeño ritual personal lleno de ilusión.
Torrevieja es una ciudad profundamente diversa, y esa mezcla también se refleja en la fila que se forma frente a la administración.
Según explica Daniel, entre un 35% y un 40% de quienes compran son extranjeros o ciudadanos de otros puntos de España, muchos de ellos visitantes estivales que aprovechan su estancia para llevarse “un trocito” de la suerte local.
No solo adquieren números para sí mismos: también los compran para seres queridos y amistades, convirtiendo cada décimo en un pequeño lazo que une países, lenguas y costumbres.
Algunos regresan cada año por el mismo número, incluso tras haber sido premiados, como si ese vínculo con El Conejo de Oro ya formara parte de su propia biografía.
En ocasiones incluso llegan autobuses enteros desde otras localidades, excursiones construidas alrededor de un sencillo mostrador que se ha transformado en un destino por sí mismo.
La Lotería de El Niño
Aunque la estrella indiscutible es la Lotería de Navidad, la historia no se cierra el 22 de diciembre.
Muchos de los premios, reintegros o cantidades más pequeñas vuelven a jugarse después en la Lotería del Niño, como si fuera una segunda oportunidad para alargar la emoción durante unas semanas más.
Daniel y su equipo viven esas dos etapas con intensidad: primero la locura navideña, mezclando clientes fieles con quienes solo prueban suerte una vez al año; luego, las dos semanas centradas en el Niño, en las que la administración continúa funcionando y dando alegrías a sus compradores más fieles.
Dio el Gordo de Navidad en 2022 y 2023
En los últimos años, El Conejo de Oro ha acumulado una racha que muchos califican de mítica: tercer premio, cuarto, quinto y, en 2022 y 2023, el esperado Gordo de Navidad.
Esta capacidad para repetir grandes premios ha hecho que la administración sea protagonista en los medios y se consolide como un icono de buena fortuna en toda la Vega Baja.
"Esperemos seguir con la racha esta Lotería de Navidad", Daniel, el lotero que más premios reparte en Torrevieja.
Lo extraordinario no es solo haber entregado el Gordo, sino lograrlo dentro de una sucesión de años en los que se han repartido numerosos premios importantes, algo al alcance de muy pocas administraciones en España.
Los clientes, una “familia” para Daniel
Tras el mostrador no hay una gran empresa, sino una familia: dos hermanos y una estructura sencilla que reparte las tareas cotidianas entre tres personas. A ese núcleo se suma otra “familia” mucho más amplia: la formada por los clientes que depositan en ellos sus esperanzas.
Daniel recalca una idea que refleja a la perfección la esencia de El Conejo de Oro: su prioridad es agradecer la confianza y seguir ofreciendo, año tras año, la posibilidad de que un décimo transforme una vida.
Más que una administración, se ha convertido en una pequeña tradición emocional en Torrevieja.
