Cada vez más personas tienen el objetivo de sacarse unas oposiciones y trabajar de funcionario. Estabilidad, buenos horarios, salarios que suelen revalorizarse anualmente… Son algunas de las razones que invitan a escoger este camino, a pesar de que la imagen del funcionariado en España esté bastante criticada por una parte de la sociedad, que considera que se relajan al llegar a su puesto y que realmente no trabajan.
Sobre esto, estuvo reflexionando Adriana Hest, que suele tratar con asiduidad en sus redes sociales temas de actualidad y relacionados con la cultura, el feminismo y la política. En su vídeo, contestaba a un usuario que criticaba que el 80% de los jóvenes quisieran ser funcionarios, asegurando que eso era un problema.
“Primero, dudo que el 80% de los jóvenes vayan a ser funcionarios, básicamente porque estadísticamente no tiene ningún sentido. Pero las ganas de querer serlo, pues no te digo yo que no”, comenzaba relata Adriana. En este sentido, añadió rotunda: “¿Cómo no vamos a querer trabajar en el único sector que nos da derechos laborales, un salario digno y un trabajo fijo, sobre todo los jóvenes? Literalmente el último jefe que tuve en el sector privado está en la cárcel”.
“En vez de quejarte de que tú en el sector privado no tengas derechos laborales, criticas a las personas que sí los tienen, ¿puedes recapacitar?”
La joven, en su denuncia, explica que el problema “no lo tiene el ámbito público, lo tiene el ámbito privado y cualquier persona joven lo sabe”, añadiendo que son pocos los que han tenido la suerte de encontrar un buen trabajo: “por suerte, no por preparación, porque los jóvenes en España precisamente preparación no les falta y ganas de trabajar tampoco”.
En relación a esto, añade que “ahora mismo el estar preparado no te garantiza un trabajo, muchísimo menos un trabajo acorde a lo tuyo, a lo que hayas estudiado, ni muchísimo menos un trabajo en el que tengas buenas condiciones laborales”, insistiendo en que “los trabajos que ofrecen a los jóvenes son de coña” y la mayoría se trata de prácticas no remuneradas o trabajos “cobrando lo mínimo, trabajando horas extra gratis y absolutamente precarios”.
Por todo ello, señala que hay muchísima gente que quiere ser funcionario: “es que, ¿cómo no vas a querer serlo?”. Volviendo a las dificultades de los jóvenes, también agrega que, poniéndose ella misma como ejemplo, le encantaría poder trabajar en una ONG, pero “me piden 40 años de experiencia, cinco idiomas y que haga el pino puente andando tres calles enteras. Entonces, mi única manera de conseguir experiencia es opositando”.
Dejando esto a un lado, insiste en que “dejéis ya de criminalizar a los funcionarios”: “¿tú quién te crees que eres para criminalizar a medio país? Es que las personas trabajan igual que tú, lo que pasa es que tienen derechos laborales y en vez de quejarte de que tú en el sector privado no tengas derechos laborales, criticas a las personas que sí los tienen, o sea, ¿puedes recapacitar?”.
“Sacarte unas oposiciones tampoco es nada fácil”
Como conclusión final, a cerca de que parece que lo más cómo es trabajar de funcionario, advierte de que “sacarte unas oposiciones tampoco es nada fácil: “Yo si te parece tan fácil y te parece que todo el mundo puede hacerlo, te animo a que te saques las que estoy estudiando yo, que te tienes que aprender casi 200 temas y cantarlos delante de un tribunal. Y ya me cuentas”, concluye, enfatizando que “trabajar para el Estado es igual de digno que trabajar para cualquier otro sector”.

