El despido es un momento muy temido para la mayoría. Ahora, está en manos de la empresa hacer que sea menos traumático. Y es que no es lo mismo despedir a una persona sin explicación alguna, de la noche a la mañana, que mostrar empatía y exponer las razones que les han llevado a tomar esa decisión, de forma que el trabajador o trabajadora en cuestión pueda aprender.
Pau Escudero, que trabajaba en Argentina como freelance para una empresa de Canadá, contó en su cuenta de TikTok (paauescudero13) cómo la echaron sin ni siquiera avisarle de ello. Y es que empezó a darse cuenta de la peor manera. “Me acaban de echar del trabajo en medio de mis vacaciones con un mail”, exponía rotunda en el vídeo.
En este, explica que la semana antes cometió su primer error en la compañía, que ocasionó una serie de consecuencias. Consciente de ello, además de avisar, se hizo cargo de las mismas, trabajando esa semana horas extra para asegurarse de que no se cometieran errores en cualquier otro lado. Tras este incidente se fue de vacaciones y, durante las mismas, decidió entrar en Slack, el canal de comunicación que usa su empresa, con la sorpresa de que le era imposible acceder.
“Dije, se me debe haber cerrado sesión. Intento abrir, no funciona. Voy a restaurar el mail. La cosa es que entro al mail y decía que esta cuenta había sido dada de baja por el administrador”, cuenta, viéndose en el problema de que no sabía cómo contactar con su empleador, ya que solo se comunicaban por Slack y email.
“Estoy en el medio de mis vacaciones descargándome LinkedIn con toda la carita hinchada después de haber estado llorando”
Ante esta situación, verse sin ninguna vía directa para conectar con la empresa, decidió contactar con sus compañeros: “Le empecé a mandar mails a mis compañeros pensando que había sido un error”. Sin embargo, a continuación llegó el peor desenlace: “Hace un ratito, me llega un mail en medio de mis vacaciones diciéndome que habían decidido terminar nuestra colaboración porque el error que tuve trajo consecuencias, un error del que yo me hice cargo, incluso mi jefa me agradeció por haberme hecho cargo, porque podría haberme hecho la tonta, cosa que no fue así. Trabajé al respecto para solucionarlo”.
Para más inri, no tenía un contrato formal, sino que trabajaba como externa, facturando en Argentina. “Me quedé sin trabajo de un momento a otro por un mail, agradeciendo por mi colaboración y deseándome lo mejor. Así que nada, estoy en el medio de mis vacaciones descargándome LinkedIn con toda la carita hinchada después de haber estado llorando”, concluía frustrada Pau, quien ha recibido cientos de comentarios mostrándole su apoyo.

