Logo de Huffpost

Un jefe quiere despedir a un empleado y termina siendo él el despedido: "terminó suplicando que no le echaran de la empresa"

Un trabajador de una empresa financiera consiguió que su coordinador fuera apartado de su cargo tras presentar una reclamación que contó con el respaldo de sus compañeros.

Un trabajador triste en la mesa con las manos en la cara
Un jefe quiere despedir a un empleado y termina siendo él el despedido: "terminó suplicando que no le echaran de la empresa" |Envato
Berta F. Quintanilla
Fecha de actualización:
whatsapp icon
linkedin icon
telegram icon

Un trabajador de una empresa financiera consiguió que su jefe se quedase sin empleo después de presentar una queja formal que respaldaron sus compañeros. Como publica el medio Cheezburger, donde los internautas comparten sus experiencias profesionales, esto sucedió hace siete años. El nuevo coordinador llegó para sustituir a otro con el que los trabajadores del departamento tenían una excelente relación tanto personal como laboral. El cambio supuso nuevos métodos de trabajo y la presencia de un nuevo líder que era más autoritario que el anterior. 

El sustituido, al que bajaron de categoría, contaba con muy buena reputación y quería recuperar su puesto, por lo que se enfrentó a su jefe de forma directa. Además, tenía muchos años de antigüedad en la empresa, y su experiencia en el área de atención al cliente era mayor que la del nuevo superior. 

A esto hay que sumar que, como denunciaron los trabajadores del área, el nuevo jefe hizo ciertos cambios que no gustaron como programar reuniones fuera del horario laboral sin pagarlas, o realizar actividades sociales durante el tiempo libre, como salidas en grupo o pequeñas fiestas.

“No nos tenía en cuenta”, la denuncia de un empleado que acabó con el despido del jefe

Uno de los empleados, molesto con todas estas nuevas medidas, decidió cortar con el clima de tensión laboral que existía en la empresa. “Por mi parte, no había problemas en el desempeño, pero desde que llegó todo giraba en torno a lo que para él era lo adecuado. No tenía en cuenta la dinámica de trabajo que teníamos antes de que él entrase a la empresa”.

El jefe, molesto con estas afirmaciones, amenazó con despedirlo pero el empleado decidió presentar una queja en dirección para la que contó con testimonios de antiguos gerentes. Entonces, abrieron una investigación y decidieron apartar al jefe de sus funciones, las de coordinador del equipo de atención al cliente. Ahora, cuando él se vio en esas condiciones, rogó que no le echasen.

“Trasladaron al que era nuestro jefe al departamento de entrega de tarjetas, y eso fue humillante para él. Los compañeros se reían porque había pasado de coordinar un área del negocio a estar como en una empresa pequeña. Al poco tiempo, presentó la renuncia y se fue”.

La empresa quebró y el trabajador ‘ofendido’ pidió a su nuevo jefe que no contratase al antiguo responsable

Poco más tarde, la empresa pasó por una crisis económica y tuvo que cerrar. La quiebra dejó a toda la plantilla en la calle. El trabajador, que había liderado las acciones para que su ex jefe fuera despedido, consiguió empleo poco después, en otro negocio del sector.

Al poco tiempo, “nuestros caminos se cruzaron de nuevo, ya que estábamos trabajando en el mismo sector profesional, le dije a mi jefe actual con el que tenía muy buena relación, que no lo contratase bajo ninguna circunstancia”.

Seguía dolido, no sólo por la experiencia que le había tocado vivir en la empresa, sino porque “sufrí acoso por parte de mi ex compañero, que no dejaba de mandarme mensajes. Le bloqueé después de hacer capturas de pantalla”. 

“Le despojaron de su puesto de líder y vino a pedirme que no le despidieran. Resultó que no era la primera vez que le pasaba algo parecido. Poco antes se había conseguido que se fuese una compañera, “fue él quien la obligó a renunciar, me dijo que había decidido que ese trabajo y en esas condiciones no merecía la pena”.