La educación infantil es la etapa más determinante en el desarrollo cognitivo y emocional de los niños. Sin embargo, en España sigue ocupando un lugar secundario en términos de inversión y reconocimiento profesional, con ratios elevados y sueldos inferiores a los de otros países europeos.
Alejandro Mesa, un maestro con más de siete años de experiencia que actualmente trabaja en Irlanda, ha reabierto el debate sobre el reconocimiento de la educación infantil, a través de un vídeo publicado en su cuenta de TikTok (@buenosdiasporcierto) en el que compara sus condiciones laborales en ambos países y reivindica la importancia de esta etapa educativa.
El joven, que ha trabajado en primaria, en programas de adultos en Japón y como voluntario con refugiados de la Cruz Roja, considera que la etapa de 0 a 6 años es “la más difícil y la más importante”. Según explica, se trata de un periodo en el que el cerebro infantil se encuentra en pleno desarrollo y en el que “cada gesto, cada palabra y cada interacción” marcan la evolución del niño.
Denuncia las condiciones laborales en su mismo puesto en España
Sin embargo, después de llevar seis meses trabajando en Irlanda, el educador subraya el contraste económico y de medios que hay con respecto a España. “Me jode mucho que a nivel económico, siendo la etapa más importante, es la que menos se paga”, se indigna.
En su puesto actual, cobra entre 2.500 y 3.000 euros mensuales y atiende a un máximo de seis niños. En cambio, denuncia que en España el salario medio de un maestro de infantil se reduce casi a la mitad, rondando entre los 1.200 y los 1.500 euros, con aulas que pueden llegar a albergar hasta 20 alumnos por docente.
El joven también se queja con respecto a la diferencia de los ratios en las aulas. “Imaginad estar con 15 o 20 pequeños de dos, tres, cuatro o cinco años tú solo”, señala haciendo hincapié en la necesidad de mejorar las condiciones laborales en España, teniendo en cuenta que “se cobra la mitad del sueldo teniendo el triple de niños”.
El testimonio refleja una brecha que no solo afecta a las condiciones laborales, sino también a la calidad de la atención educativa. Mientras países como Irlanda priorizan la reducción de ratios y la inversión en la primera etapa educativa del menor, el modelo español mantiene cifras elevadas de alumnado por aula y sueldos más bajos, lo que, según expertos, repercute en la valoración social de esta etapa.
Alejandro concluye con un llamamiento a familias y administraciones. “Si realmente queremos un cambio en la sociedad, necesitamos invertir mucho más en educación y valorar esta etapa. A los maestros de infantil, enhorabuena. Es un trabajo dificilísimo y merece todo el apoyo posible”, concluye el joven.
