La brecha de género laboral se reduce progresivamente para los que se adentran por primera vez en la búsqueda de su primer empleo. Es la principal lectura que ofrece los datos de la última Encuesta de Población Activa (INE) recogidos por Servimedia y publicados por El Economista, en la que los parados que esperan estrenar en el mundo laboral bajaron un 7,11% en el segundo trimestre de 2023, pasando de 292.500 a 314.900.
Se trata de la segunda cifra más baja desde 2014, cuando había 579.200 personas que buscaban su primer empleo, y la más baja desde la llegada de la pandemia del coronavirus. En marzo de 2020, el número de parados sin haber accedido antes a su primer empleo era de 242.000. Se prosigue así con una tendencia a la baja. Comparado con el mismo periodo del año anterior, la tasa interanual de 2023 ha bajado un 6,15%, al existir entre abril y junio de 2022 311.700 personas en esta situación en España.
Las mujeres tienen una menor tasa de ocupación y una mayor tasa de desocupación que los hombres en el mercado laboral. Pero la brecha de género también se hace notar a la hora trabajar por primera vez. La discriminación en la contratación, la brecha salarial, la segregación ocupacional, en la que a menudo se ven limitadas a ciertos campos o industrias debido a estereotipos de género arraigados, la falta de oportunidades de desarrollo profesional o la desigualdad en la conciliación trabajo-familia son algunas de las consecuencias de esta problemática.
Más mujeres que hombres buscando su primer empleo
En este segundo trimestre de 2023 se ha producido un hecho histórico. Las mujeres ya no son las que buscan su primer empleo en mayor proporción, dejando ese lugar a los hombres. 143.800 mujeres buscaban su primer empleo y 148.800 hombres de abril a junio de este año. En el trimestre anterior eran 171.900 mujeres y 143.000 hombres, mientras que en el segundo trimestre de 2022 eran 166.900 mujeres y 144.800 hombres.
El INE también ofrece el retrato robot del demandante de su primer empleo en este segundo trimestre de 2023, que responde al de haber completado la primera etapa de educación secundaria y similar. 82.200 personas en esta situación en el mercado laboral, las más voluminosas. Tras ellas, los que habían acabado la segunda etapa de la educación secundaria con orientación general: 68.200 personas.
Completan la escala las 62.800 personas con educación superior, las 41.100 con la segunda etapa de educación secundaria con orientación profesional acabada, 31.700 personas de educación primaria, 4.700 con estudios primarios incompletos y 1.800 sin estudios. Por otro lado, el grupo que más cayó en proporción fue el graduado en primera etapa de educación secundaria, que en un año pasó de 116.100 desempleados a 82.200.
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