La Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) ha manifestado su “rotundo rechazo” a la propuesta del Ministerio de Función Pública sobre el nuevo modelo de selección de personal público para los cuerpos de la Administración General del Estado (AGE) en los Grupos A1 y A2, que pasarían a recibir una formación específica de dos años y tendrían que superar un examen final para poder optar a la plaza.
Para la asociación, la captación de talento no puede implicar, “bajo ningún pretexto”, que se introduzcan criterios que “se traduzcan en una desaparición de la actual objetividad que emana de nuestros sistemas de acceso a la función pública o en una rebaja de criterios para el acceso a la misma”.
“El documento presentado, muy mejorable desde el punto de vista de la utilización de la lengua española, es un papel lleno de ambigüedades, palabras incomprensibles y vacías, incongruencias y conclusiones que entrañan un gravísimo peligro para el futuro de la función pública española”, han añadido en un comunicado.
En el mismo, también han criticado que el Gobierno no haya contado con su participación, la de los funcionarios superiores, a la hora de diseñar este nuevo modelo, afirmando que han sido “ninguneados por los gobernantes que en ningún caso han querido contar con la opinión de sus más altos funcionarios y, en particular, la de los Inspectores de Hacienda del Estado”. En este sentido, han apuntado que “es llamativo” el título del documento “Consenso por una administración abierta”, ya que, aseguran, “ni ha habido consenso ni se ha querido escuchar a quienes de Administración saben”.
La intención es “demoler la Administración pública a través de la demolición del capital humano”
Continuando con su crítica, la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado ha asegurado que “la intención” de este cambio “es evidente: demoler la Administración pública a través de la demolición del capital humano”.
En estos términos, han explicado que el plan, organizado desde la secretaría de Estado de Función Pública, dirigida por Clara Mapelli, pretende que una “selección” de personas, que acceden a una escuela por medio de un examen de conocimientos generales, puedan luego, cuando ya se conocen sus nombres y apellidos, ser seleccionados para lograr la plaza en cualquier área competencial de la AGE, previamente diseñadas “con una ambigüedad que roza el absurdo, razón por la cual IHE advierte del absoluto caos en el servicio público”.
Con este nuevo modelo, la asociación afirma que los funcionarios ta no tendrán la misma preparación que antes, aunque el peor peligro “es la errática idea de un funcionario seleccionado con un proceso en el cual será imposible asegurar la imparcialidad y la objetividad”. En consecuencia, han concluido que “la injerencia política será una realidad sin precedentes en la democracia española”.
