Todas las personas queremos trabajar en lo que nos gusta y en una empresa que encaje con nuestros valores y filosofía profesional. Es, al menos, lo ideal. Pero, ¿cómo se puede conseguir? Suzy Welch, una galardonada profesora de la Stern School of Business de Nueva York, y aclamada investigadora, ha revelado un gran consejo para ello. Y es tan fácil como realizar una pregunta determinada en la entrevista de trabajo.
Antes de nada, advierte de que la mayoría de empresas se asocian a unos valores concretos bien aceptados, que son la capacitación, la innovación o la excelencia. Ahora, casi siempre no son más que tópicos, tal y como asegura en el medio ‘CNBC’.
Por ello, para saber cuáles son los verdaderos valores de una compañía, y ver si nos interesa trabajar allí, recomienda hacer la pregunta que los deja tan sorprendidos que no pueden más que decir la verdad. Ya que es imposible que se la tengan preparada.
La pregunta que debes hacer siempre para saber cómo es la empresa realmente
Tal y como explica Welch, hay una pregunta que “corta por lo sano” y es: ¿Qué tipo de persona no debería trabajar en esta empresa? “La gente que lo pregunta suele quedarse atónita. Casi siempre pilla desprevenidos a los directivos, pero precisamente por eso funciona. Porque las respuestas suelen ser más sinceras, menos ensayadas y mucho más reveladoras”, explica.
De hecho, la experta expone una serie de respuestas que han dado a sus alumnos, como “una persona que no quiere enviar mensajes de texto los fines de semana”, lo que puede indicar que la compañía no respeta el derecho a la desconexión digital de los empleados, o le piden trabajar fuera de su horario laboral, o “una persona demasiado sociable”, que reflejarían que priman la concentración e independencia por encima de la comunidad.
Ahora bien, Welch detalla que la pregunta no se puede hacer en cualquier momento de la entrevista, sino que se debe reservar para el final. El motivo es que “puede desarmar tanto a los jefes de contratación que querrás asegurarte de que tienes una buena relación con ellos antes de lanzarla”.
Además, es posible que los reclutadores se pongan “a la defensiva” al recibirla, por lo que se debe formular en el tono adecuado: “tienes que sonar agradablemente curioso, no investigador, aunque, de hecho, lo estés siendo un poco”, concluye.
