Un hombre de 64 años lleva 11 meses buscando trabajo sin resultado. Tras levantarse cada día a las 3 de la mañana para seguir luchando por encontrar trabajo y después de haber entregado su currículum en cientos de puestos, considera que el sistema de contratación no está bien y que sumado a los prejuicios por la edad no le permiten encontrar un nuevo empleo. Esto le hace pensar que incluso no podrá jubilarse.
Matthew English, un ex contador de 64 años de Alabama, se encuentra entre los estadounidenses que luchan por encontrar trabajo en medio de una desaceleración en la contratación de trabajadores de su sector. Lleva desde octubre de 2024 en esta situación, que no hace sino empeorar con el tiempo que pasa, según ha contado en una reciente entrevista para Business Insider.
“A menudo me despierto alrededor de las 3 a. m. con la mente acelerada, pensando en a qué puestos postular o qué estrategia de búsqueda de empleo probar a continuación”.
En lugar de intentar volver a dormirse, se levanta y enciende el ordenador: empieza a enviar solicitudes o cartas de agradecimiento después de las entrevistas. Hacia las seis de la mañana prepara el desayuno, se ducha y planifica el día. “Se ha convertido en una especie de rutina”, admite.
El coste de esta búsqueda le ha pasado factura. Aunque tiene su casa pagada, ha tenido que usar buena parte de los ahorros para sobrevivir. “La Navidad pasada no pude comprar regalos para familiares a quienes normalmente les daría algo, y me he visto obligado a recortar las donaciones caritativas que son muy importantes para mí”.
Lo ha intentado en todo tipo de trabajos
Desde octubre de 2024 busca un empleo a tiempo completo, después de una carrera de décadas en contabilidad. Ha enviado cientos de solicitudes, pasado incontables horas delante del ordenador y acudido a varias entrevistas, sin que ninguna se tradujera en una oferta.
“He solicitado empleos relacionados con mi experiencia en contabilidad, pero también he ampliado mi búsqueda a cualquier trabajo de medio tiempo o tiempo completo que considere posible. Incluso solicité ser la mascota de la vaca de Chick-fil-A en un local de Birmingham”, explica Matthew.
El problema de la edad
Lo que más le preocupa es la discriminación que siente al llegar a las entrevistas. Cree que, aunque un currículum pueda convencer, la edad se nota en la primera impresión: “La gente puede ver tu currículum y gustarle, pero cuando entras y tienes canas, calvo o la piel arrugada, creo que sí influye. Es difícil de demostrar, pero creo que es real”.
Aun así, no ha dejado de intentarlo. Ha diseñado un plan estratégico, creado un calendario de solicitudes, adaptado materiales, acudido a ferias de empleo y eventos de networking, publicado en LinkedIn, probado portales distintos y recurrido a su red de contactos.
“Los mejores resultados han provenido de mi red personal y profesional. Conseguí una entrevista telefónica después de que un amigo de un amigo se asegurara de que revisaran mi currículum. Incluso he intentado hacer voluntariado con la esperanza de conocer a alguien que pueda ser útil en el futuro”.
Usó ChatGPT para buscar trabajo
También se ha apoyado en herramientas digitales. “Intenté usar ChatGPT y Copilot para ayudarme con mi búsqueda de trabajo, haciendo preguntas como qué empresas de mi área podrían necesitar un contador y qué trabajos están disponibles para alguien con una licenciatura o menos. Ha sido mucho ensayo y error. Lo que funcionó ayer podría no funcionar hoy”.
Lo más frustrante, asegura, es el silencio de las empresas. En una ocasión, después de varias entrevistas presenciales y de enviar un correo de agradecimiento, recibió una llamada dos meses más tarde: la compañía se disculpaba porque había cubierto el puesto poco después de verle, pero lo habían dejado en la incertidumbre durante semanas.
Nunca podrá jubilarse porque “el sistema está roto”
Hace poco consiguió un contrato de contabilidad tres días a la semana, a 28 dólares la hora. “Puede que dure hasta fin de año, pero aún necesito urgentemente un puesto a tiempo completo. El coste económico de mi búsqueda de empleo es una de las razones por las que creo que nunca podré jubilarme”.
Al mirar atrás, critica fuertemente la forma de contratar que tienen las empresas actualmente:
“Creo que el sistema de contratación está roto. No soy el único que pasa por estas circunstancias; me afecta como trabajador mayor, pero he visto a jóvenes pasar por dificultades similares. Hay que arreglarlo”.

