La inteligencia artificial generativa está comenzando a transformar el mercado laboral. Los trabajos de conocimiento e información están en el punto de mira, mientras que las profesiones que implican contacto físico o destreza manual parecen resistir el avance tecnológico. Un nuevo informe de Microsoft Research, publicado el 22 de julio de 2025, a partir del uso real de la herramienta Bing Copilot, ha identificado qué ocupaciones resultan más susceptibles de ser transformadas o sustituidas por la IA.
El estudio, titulado Working with AI: Measuring the Applicability of Generative AI to Occupations, analizó 200.000 conversaciones anónimas entre usuarios estadounidenses y el sistema Copilot durante 2024. A partir de esas interacciones, los investigadores desarrollaron un índice de aplicabilidad de la IA (“AI applicability score”) que mide hasta qué punto las tareas de cada empleo pueden ser asistidas o ejecutadas por modelos generativos.
Un estudio basado en el uso real de Copilot
El estudio de Microsoft ofrece una visión más realista del impacto laboral de la IA, ya que se basa en cómo se usa realmente la tecnología en el trabajo, y no en predicciones teóricas. De ahí que sus conclusiones sean menos alarmistas. El estudio no prevé una pérdida inmediata de empleos, sino una transformación gradual del trabajo, donde la IA ayuda o complementa más que sustituye.
A nivel de sectores, los mayores índices de exposición se concentran en las ramas de ventas, informática, administración, comunicación, educación y servicios financieros, mientras que los sectores sanitario, industrial, agrícola y de construcción muestran un bajo nivel de aplicabilidad de la IA.
Los empleos en peligro: redacción, ventas y atención al cliente
Los resultados dibujan un panorama desigual. En el extremo más vulnerable se sitúan los intérpretes y traductores, cuyo trabajo coincide en un 98% con las tareas que la IA es capaz de realizar con éxito, según el análisis.
Les siguen historiadores, escritores, reporteros, especialistas en relaciones públicas y agentes de atención al cliente, todos ellos empleos basados en la producción y transmisión de información, el terreno donde los sistemas lingüísticos de IA ya muestran una alta competencia.
También figuran entre las profesiones expuestas los programadores, operadores telefónicos, vendedores de servicios y locutores de radio y televisión, ocupaciones en las que gran parte de las tareas puede digitalizarse o realizarse de manera remota.
Los trabajos más seguros: oficios manuales y profesiones sanitarias
Por el contrario, las ocupaciones menos afectadas son aquellas que exigen una intervención física o el trato personal. El informe coloca entre las más seguras a los flebotomistas (encargados de extraer muestras de sangre), los auxiliares de enfermería, los operarios de retirada de materiales peligrosos, los ayudantes de pintores y yeseros, los embalsamadores, los operadores de plantas y sistemas industriales, los cirujanos orales y maxilofaciales, los instaladores y reparadores de cristales de automóviles, los ingenieros navales y los reparadores de neumáticos.
En todos los casos, las tareas dependen de la presencia humana, la destreza manual o la empatía, capacidades que la IA generativa no puede replicar.
“Nuestro análisis se centra exclusivamente en los modelos de lenguaje: otras aplicaciones de inteligencia artificial, como la robótica o la visión artificial, podrían afectar en el futuro a trabajos que hoy parecen fuera de riesgo”, advierten los autores del informe, encabezado por Kiran Tomlinson, Sonia Jaffe y Siddharth Suri.
El nivel educativo no garantiza inmunidad
El informe también revela que la formación universitaria no garantiza protección frente a la IA. Estos empleos suelen estar más expuestos que los de menor nivel educativo, aunque no hay relación directa con el salario.
En otras palabras, la vulnerabilidad no depende tanto del nivel de estudios como del tipo de tarea desempeñada. Los trabajos basados en procesamiento de información, incluso altamente cualificados, son más sensibles a la IA que los de ejecución física o de atención personal.
La frontera de la IA sigue moviéndose
Los autores concluyen con una advertencia: la capacidad de la IA avanza rápido y profesiones que hoy parecen seguras podrían verse afectadas si la tecnología sigue evolucionando. Por ahora, el equilibrio es claro. La IA domina la información, pero aún no las manos ni el trato humano.

