El mercado laboral de Estados Unidos encadena un viraje brusco. En octubre, las compañías anunciaron 153.074 despidos, casi el triple que un año antes y el registro más elevado para ese mes desde 2003, de acuerdo con la consultora Challenger, Gray & Christmas. El repunte está ligado al enfriamiento de la demanda, los planes de ahorro y la adopción de sistemas de inteligencia artificial en tareas antes realizadas por humanos. La cifra, publicada esta semana, confirma un cambio de fase tras la moderación de contrataciones observada desde el verano.
El recorte tiene un sesgo sectorial claro. La purga se concentra en tecnología y en almacenes y distribución, dos ámbitos en los que la automatización y la reorganización de operaciones han ganado velocidad. Datos desglosados apuntan a decenas de miles de bajas en “warehousing” y varios miles en firmas digitales, un ajuste que las empresas justifican por la combinación de inversión en IA, costes elevados y menor gasto del consumidor. “Algunos sectores están corrigiendo los excesos de contratación de la pandemia; la adopción de IA y la austeridad están impulsando congelaciones y recortes”, resumió Andy (Andrew) Challenger, directivo de la firma.
La mayor empleadora privada del reparto, UPS, es un termómetro de la ola, pues la multinacional cifra en 48.000 los puestos eliminados en lo que va de año como parte de su plan de vuelta a la rentabilidad. El tijeretazo se ha visto favorecido por el rediseño de su red y la pérdida de volumen con grandes clientes, y se produce mientras la compañía supera previsiones en Bolsa.
A la vez, Amazon acelera su salto automatizador. Documentos internos revelados por The New York Times sostienen que la empresa aspira a evitar la contratación de más de 160.000 personas en EE UU hasta 2027 y a operar con 75% de procesos automatizados de aquí a 2033, lo que equivaldría a prescindir (vía no reposición y rediseño de plantillas) de más de 600.000 empleos que, de otro modo, habría necesitado.
El grupo replica en nuevas plataformas el modelo de su almacén robotizado de Shreveport (Luisiana) y prepara retrofits en centros como Stone Mountain (Georgia). La compañía defiende que la automatización crea perfiles técnicos y que mantiene campañas de contratación estacional, pero el giro marca un cambio de era para el empleo logístico.
El ajuste tecnológico no es exclusivo del comercio electrónico. Meta ha iniciado una reducción de puestos en su división de riesgos y cumplimiento al migrar revisiones manuales a procesos automáticos. La empresa no ha detallado el alcance, pero lo vincula directamente a “más automatización y menos roles necesarios” en ese ámbito.
El cuadro de empleo de octubre, con despidos al alza, convive con un tenue avance de las nóminas privadas: ADP estima que el sector privado añadió 42.000 puestos, primer aumento en tres meses, con mejoras en comercio y transporte y caídas en servicios profesionales y ocio. En ausencia de estadísticas oficiales por el cierre de la Administración, los agentes miran a estos indicadores privados para calibrar el pulso del mercado.
