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Kike Urdiales, albañil: “menuda generación de blanditos que viene, que ponemos anuncios, vienen a trabajar y nos dicen que la obra es muy dura”

“Vienen y te duran un día literal. “Es que hace mucho calor”... Se te van al día siguiente y no vuelven”, aseguran.

Kike y Segio, en la obra, durante el vídeo
Kike Urdiales, albañil: “menuda generación de blanditos que viene, que ponemos anuncios, vienen a trabajar y nos dicen que la obra es muy dura” |TikTok '@kike_urdiales'
Esperanza Murcia
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Una parte importante de la sociedad considera que los jóvenes de ahora, aun siendo los más preparados, son los más ‘quejicas’. Entre ellos, se encuentra el famoso experto Gonzalo Bernardos, quien aseguró que “no aprovechan las oportunidades” y sí lanzan “muchas quejas”. En este sentido, apuntaba a que la principal “enfermedad” que tienen es la “mamitis y papitis”.

En esta línea, se manifestó un constructor, Kike Urdiales, quien afirmó que los jóvenes que entraban a trabajar en la obra apenas duraban uno o dos días, porque no aguantaban la carga de trabajo. “Qué cualquier empresario del gremio de la construcción, del campo o de muchos otros que se requieran profesionales, me diga si lo que hablamos es así o no. La gente no quiere trabajar, no se quiere esforzar, incluso ofreciendo salarios altos abandonan”, exponía en la descripción de uno de sus vídeos.

Sobre esto, en el mismo expone que: “¿Qué opináis, nos estamos volviendo tan blanditos?” En su opinión, sí: “Menuda generación de blanditos que viene, que ponemos anuncios, vienen a trabajar aquí con toda la ilusión y nos dicen que la obra es muy dura”. Tras lanzar esta reflexión, señala que esta escasez de profesionales no tiene que ver con las condiciones laborales, porque en su caso indica que ofrece buenos salarios. “No estoy hablando de pagar salario mínimo, estoy hablando de ganar dinero”, matiza.

“Vienen y te duran un día, pero literal”

En el caso contrario, saca a uno de los hombres que se encuentra trabajando en la obra, Sergio, que, a raíz de la crisis de 2008, vio cómo se arruinaba la empresa familiar. A pesar de ello, salieron adelante, explicando que el secreto no era otro que “trabajar mucho”, hasta que poco a poco fueron remontando.

Urdiales señala que “a mí estas historias me ponen las pilas”, reiterando que se viene una “generación de blanditos” que no tiene ese sentido tan marcado del esfuerzo. Su compañero en la obra, comparte este pensamiento: “Vienen y te duran un día pero literal. Vienen y si hace calor, “es que hace mucho calor”. Y si una caja de azules pesa mucho, y hay que subirla por la escalera, se te van al día siguiente. Y no vuelven”, declara.

Respecto a esto, Urdiales lo tiene claro: “Así está el país, ya lo sabéis. Un mensaje a toda esa generación de blanditos, a ver si endurecéis. Y casos como los de Sergio a mí me pone las pilas”, concluye.

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