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Damiana Matarín, tras superar un cáncer de mama: “Pedí el alta voluntaria porque mi encargada me dijo que me tenía que incorporar, ya que mis compañeras se iban de vacaciones. Me advirtió que tenía que cumplir”

Coincidiendo con el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, esta mujer diagnosticada relata las dificultades de su reincorporación al trabajo tras la enfermedad.

Damiana Matarín, tras la entrevista
Damiana Matarín, tras la entrevista |NoticiasTrabajo
Icíar Carballo
Fecha de actualización:
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El Día Mundial contra el Cáncer de Mama, que se conmemora cada 19 de octubre, llega en un contexto en el que el número de casos sigue en aumento, mientras que la integración de las pacientes en sus puestos de trabajo continúa enfrentando dificultades. 

Según el Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el 65% de las supervivientes de cáncer de mama ha experimentado impedimentos para desempeñar su trabajo, mientras que el 45% de las afectadas no ha podido realizar una reincorporación progresiva, pese a que la mayoría lo habría deseado, y una de cada cuatro mujeres se ha visto obligada a dejar de trabajar tras el diagnóstico.

La reincorporación laboral tras el cáncer de mama

El testimonio de Damiana Matarín, trabajadora almeriense diagnosticada de cáncer de mama en diciembre de 2019, ilustra, durante una entrevista para NoticiasTrabajo, las dificultades cotidianas a las que se enfrentan muchas mujeres que se encuentran en la misma situación. 

Tras cuatro meses de baja por radioterapia, Damiana se reincorporó a su puesto de trabajo, presionada por la necesidad de cubrir vacaciones y animada por el deseo de intentar normalizar su vida. Sin embargo, “los primeros meses fueron bastante insoportables debido a los efectos secundarios de la radioterapia y el tratamiento hormonal, que me provocaban cansancio y fatiga. Yo no podía andar a una velocidad normal”, relata. 

“Pedí el alta voluntaria porque mi encargada me dijo que era necesario que me incorporara porque mis compañeras se iban de vacaciones”.

Sin embargo, a pesar de sus limitaciones físicas, la exigencia por parte de su encargada de igualar el rendimiento de sus compañeras la llevó a una profunda crisis emocional. “Si estás trabajando, tienes que cumplir”, le dijo. “Y eso me hundió, porque yo veía que no podía. La autoestima se me fue por los suelos. Emocionalmente estaba muy mal, y físicamente ya lo estaba”, lamenta.

Secuelas invisibles: el impacto emocional y la falta de adaptación

La falta de comprensión y de adaptación por parte de su entorno laboral desencadenó en Damiana una sucesión de bajas médicas, primero por vértigos y después por depresión, situación que se agravó tras serle detectado un cáncer de útero en 2023. 

A pesar de ello, cuenta que la Inspección Médica le dio de alta unos meses más tarde, sin previa evaluación, y a través de un mensaje telefónico. Por ello, actualmente, aunque mantiene su empleo con limitaciones físicas, ya que no puede descargar camiones ni levantar el brazo izquierdo, denuncia la ausencia de información clara sobre los efectos a largo plazo del tratamiento. “Nadie te avisa de que tu cuerpo va a cambiar, de que ya no eres la misma”, advierte.

“Actualmente sigo con tratamiento psiquiátrico”, confiesa, poniendo de manifiesto el impacto psicológico y social de la enfermedad. Las secuelas físicas y emocionales, junto con la falta de protección y la escasa sensibilización en el ámbito empresarial, agravan la vulnerabilidad de las pacientes. “Lo primero es la salud. Sin salud, no hay trabajo”, reivindica Damiana, que reclama mayor comunicación y adaptación entre empresa y empleado.

Se calcula que una de cada ocho mujeres españolas tendrá cáncer de mama en algún momento de su vida. El cáncer de mama se consolida como el tumor más frecuente entre las mujeres en España, con una estimación de 37.682 nuevos casos en 2025según los últimos datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Sin embargo, más allá del impacto sanitario, la enfermedad también supone un reto en el plano laboral para la integración de las pacientes en sus puestos de trabajo.