4 de cada 10 empresas ya cuentan con programas para retener el talento sénior

Los trabajadores mayores de 55 años están ganando cada vez más relevancia en el mercado laboral en España. Así lo revela el ‘III Monitor de Empresas de la Economía Sénior’ del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE, que señala que este colectivo representa ya el 26% del personal de las empresas españolas, una cifra que ha aumentado en casi 10 puntos respecto al 16,8% registrado en pasado 2023.

El informe destaca que las empresas están avanzando en la promoción de la contratación de empleados sénior. Un 19% de las organizaciones dispone de planes o iniciativas enfocadas a la contratación de este colectivo, y 4 de cada 10 empresas cuentan con medidas para la retención y gestión del talento sénior. Asimismo, la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2023 refleja esta tendencia, con una caída en la tasa de paro de los mayores de 55 años hasta el 9,97%, el nivel más bajo desde 2008.

Edadismo: un hándicap para encontrar trabajo que aún existe

A pesar de estas cifras, persisten los estereotipos y prejuicios que dificultan las oportunidades laborales de este grupo de edad, una discriminación por su edad. Muchas empresas consideran que los trabajadores mayores no tienen las competencias tecnológicas necesarias o que son menos flexibles, cuando en realidad aportan experiencia, conocimiento y estabilidad a los equipos. Además, se observa una falta de políticas públicas que fomenten su contratación, a diferencia de los incentivos disponibles para la contratación de jóvenes.

Juan Fernández Palacios, director del Centro de Investigación Ageingnomics, subraya la necesidad de adaptar la economía a la evolución demográfica, destacando que los trabajadores séniores son un recurso valioso para el mercado laboral y el rendimiento organizacional. En un contexto en el que muchas industrias enfrentan dificultades para cubrir vacantes y retener talento, su contribución es clave.

El informe también resalta las principales cualidades de los trabajadores mayores de 55 años: su compromiso, su amplia experiencia profesional y su notable capacidad de adaptación a los cambios. Además, los empleados séniores pueden ejercer como mentores para los trabajadores jóvenes, compartiendo su conocimiento y experiencia, lo que beneficia tanto a las empresas como a los empleados de distintas generaciones.

Finalmente, Fernández Palacios concluye que es esencial seguir promoviendo la contratación de personas mayores de 55 años, y que tanto la sociedad como las políticas de empleo deben garantizar una integración equitativa y beneficiosa para todos los sectores.