Ben Gillenwater, experto en crianza y en seguridad online, ha dejado claro a los padres y madres cuál es su punto de vista sobre el uso de teléfonos y tabletas en los niños. Cada vez hay más familias que dan uno de estos aparatos conectados a internet a sus pequeños, y este simple hecho conlleva muchos riegos que el experto explica sin cortarse en el episodio 66 del programa que realiza en Youtube.
Con más de 30 años de experiencia en el campo de la ciberseguridad, este experto ha participado en el debate que estaba centrado en los peligros de internet y las redes sociales. Al final, terminaron explicando los riesgos para la seguridad de los niños. Y Gillenwater señaló que cuando los niños disponen de tiempo infinito frente a las pantallas, su salud mental está en riesgo. Esto es un problema cuando los menores, por ejemplo, pasan mucho tiempo en casa.
La ansiedad y la depresión infantil pueden aparecer en cualquier momento, y en el caso de abusos de medios digitales, los más afectados son los menores de 10 años. Un ejemplo de esto es la red social Tiktok y cualquier otra que requiera de pasar los vídeos con el dedo. El llamado scroll infinito hace que los pequeños queden hipnotizados.
De este modo, podría aparecer una adicción, como reconoce Gillenwater. La respuesta, aclara, es muy simple. El objetivo es retener a la audiencia el mayor tiempo posible. Cuando un niño, que no discrimina estas cosas, está expuesto a continuos estímulos, termina haciéndole daño.
Cómo evitar estos problemas de salud mental con internet
Este experto digital ha señalado que es fundamental que por parte de los padres y las familias se controle el tiempo de uso de las pantallas y que se limite el acceso a internet a los niños más pequeños. Aunque, eso sí, como recoge Artículo 14, no se trata de prohibir por prohibir, sino de que sean los niños los que consigan elaborar su propio criterio.
Las familias no deben quedar al margen, eso está claro, porque son ellos los que deben compartir las actividades digitales y no dejar que miren o hagan lo que ellos quieran. Porque entonces, y regresa al bucle, aparecen los riesgos.
Es fundamental que se pacten normas, que se establezca un horario y que se empleen herramientas de control parental, aunque nunca deben suponer una invasión del espacio personal de los más pequeños.
Prohibir demasiado puede tener consecuencias negativas
Prohibir a los niños el uso de internet ‘porque sí’ puede acarrear consecuencias negativas, porque llevaría a los pequeños a actuar en secreto, ocultando información a sus padres. Por eso, como explica en el podcast, lo ideal es seguir las recomendaciones del experto debido a que se deben vigilar las horas que los niños pasan delante de las pantallas.

