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Una jubilada de 70 años alquila una vivienda ilegal en su jardín y termina teniendo que vender la casa 100.000 euros por debajo de su valor tras la denuncia de los inquilinos

La mujer, de más de 70 años, reconvirtió sin permisos un pequeño cobertizo de su jardín en vivienda de alquiler, y tras la denuncia de los inquilinos se ha visto obligada a vender su propiedad muy por debajo de su valor.

Una jubilada en un jardín con un cobertizo
Una jubilada de 70 años alquila una vivienda ilegal en su jardín y termina teniendo que vender la casa 100.000 euros por debajo de su valor tras la denuncia de los inquilinos |Envato Lab
Lucía Rodríguez Ayala
Fecha de actualización:
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Son muchos los jubilados que buscan un ingreso extra para completar su pensión, y el alquiler puede ser una buena alternativa de obtener un dinero cada mes. Ahora bien, hay que tener en cuenta que las viviendas de alquiler deben cumplir con ciertos requisitos legales o urbanísticos. Y es lo que no tuvo en cuenta una jubilada de más de 70 años en las afueras de París, que alquiló por 600 euros mensuales un cobertizo convertido en vivienda sin permiso y ha terminado perdiendo más de 100.000 euros al tener que vender su casa. 

La propietaria, una jubilada francesa que vivía en la misma casa desde hacía 30 años, decidió al jubilarse alquilar el antiguo cobertizo que tenía en el jardín, reconvirtiéndolo en vivienda, pero sin ningún tipo de permiso. 

La improvisada vivienda, que apenas llegaba a los 20 metros cuadrados, fue alquilada a una pareja y su hija adolescente. Según el agente inmobiliario, que gestionó la venta, ha explicado en Figaro Inmobilier, el espacio era inhabitable, no tenía ventilación estaba mal aislado y no contaba con licencia urbanística. Tras varios años de uso, los inquilinos denunciaron la situación al ayuntamiento, lo que provocó una orden de desahucio y la suspensión del pago del alquiler.

El ayuntamiento declaró la vivienda insalubre y no se puede alquilar

“La estructura no estaba diseñada para uso habitacional. No se hizo ningún trámite ante el ayuntamiento, y el cobertizo no figura como vivienda registrada”, explicó el agente inmobiliario. 

Durante ocho años, la familia vivió allí pagando un alquiler de 600 euros mensuales. Sin embargo, debido a las malas condiciones de la casa, que empeoraban con el paso del tiempo, los inquilinos alertaron a las autoridades locales.

Tras la inspección, el ayuntamiento emitió una orden de desahucio por insalubridad, lo que implicó la suspensión inmediata del alquiler, y desde entonces, la propietaria no ha recibido ingresos por el cobertizo.

Según la legislación francesa, cuando se dicta una orden de este tipo, el propietario está obligado a ofrecer tres alternativas de vivienda a los inquilinos. En este caso, la pareja rechazó todas las propuestas, y la propietaria nunca acudió al juzgado para solicitar el desalojo.

La propietaria, que ya se había mudado a una residencia de mayores y contaba con el dinero del alquiler para pagarla, tuvo que volver a la casa y decidió ponerla en venta. Sin embargo, el problema del cobertizo afectó tanto a sus posibilidades de venta como al precio de la misma. Y es que La abogada Hélène Gilliot, especializada en estos casos, explicó que “el propietario puede ser considerado responsable si un inquilino sufre daños en una vivienda declarada insalubre”.

Acabó vendiendo con pérdidas de más de 100.000 euros 

En un principio un comprador firmó un precontrato, pero al conocer la situación del cobertizo canceló la operación. Fue entonces cuando la mujer acudió al agente inmobiliario, que tras conocer la situación le dejó claro que le precio de venta de la vivienda sería de 225.000 euros por la vivienda, una cifra muy inferior a su valor real.

“Sin el problema del cobertizo, la casa habría valido entre 350.000 y 400.000 euros”, explicó el profesional inmobiliario, pero con este problema, serán los nuevos compradores lo que tengan que regularizar la situación legal y urbanística de la vivienda, lo que hace que su valor baje considerablemente.