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Una anciana que vivía sola deja 900.000 euros de herencia a su acompañante 54 años menor durante la pandemia y ahora su familia y un amigo la reclaman

El Tribunal Supremo autoriza a la familia a impugnar el testamento por el que un acompañante profesional 54 años menor, heredó casi un millón de euros tras acompañarla durante la pandemia.

Una anciana sola
Una anciana que vivía sola deja 900.000 euros de herencia a su acompañante 54 años menor durante la pandemia y ahora su familia y un amigo la reclaman |Envato
Francisco Miralles
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No es la primera vez que una persona mayor decide dejar su herencia a alguien ajeno a la familia directa, lo que suele desembocar en batallas legales con la herencia y más, cuando son de cantidades elevadas. Este es el caso de Janet Henry, una anciana de 84 años fallecida en North Vancouver, que nombró heredero de más de 900.000 euros a Simon Garstin, un acompañante profesional de 30 años, es decir, 54 años menor. Ahora, la familia han pedido que la justicia valore si la anciana estaba en plenas facultades mentales a la hora de hacer el testamento o si sufrió algún tipo de presión.

El testamento de Janet Henry se hizo en agosto de 2021 y puso como heredero principal a Simon Garstin. Al parecer y según recoge el medio CBC esta persona es un acompañante profesional (un scort) el cual era 54 años menor que Henry, el cual se dedicaba además de hacer compañía, ofrecerle servicios íntimos a cambio de dinero.

Al parecer todo empezó en enero de 2021, cuando Janet Henry empezó a contratar los servicios de Garstin como acompañante durante la pandemia. “Se negociaron y, al parecer, se acordaron los honorarios por los servicios”, recoge la sentencia (que se puede consultar en este enlace aunque está en inglés). Entre abril y octubre de ese año, Garstin pasó varias noches en la casa de Henry en North Vancouver. Según los familiares, la relación fue más allá de simples visitas y supuso una implicación progresiva en la vida de la anciana.

Cambió el testamento por estar sola y deprimida

Tras esto, al siguiente mes, en febrero, Henry decidió redactar un testamento anterior en el que designaba beneficiario a Douglas Wilson, un amigo y antiguo entrenador residente en Australia. Ahora, en ese mes de agosto, la anciana volvió a cambiar de opinión y firmó un nuevo testamento a favor de Garstin. En ambos documentos, los sobrinos Jillian y Ross McCrone figuraban como beneficiarios residuales, es decir, que heredarían en el caso de que los otros falleciesen.

Cuando fallece Henry en noviembre de 2021, los McCrone pusieron una denuncia y demandaron el testamento (el que se firmó en agosto), alegando que su tía “no comprendía plenamente las implicaciones” y que “no recibió asesoramiento independiente”. Añaden que Garstin ejerció una “influencia indebida”, situándose en una “posición de control y dominio” sobre la fallecida, especialmente porque “estaba aislada, sola y deprimida” durante la pandemia, lo que, según la familia, la hizo “muy vulnerable”.

Vivía sola y sin compañía desde hace 15 años

Tal y como recoge la CBC, Jillian McCrone aportó mensajes de WhatsApp en los que Garstin, identificado profesionalmente como Sam Gaines, mostraba una presencia creciente en la vida de la anciana. Las conversaciones abarcaban temas como salud, finanzas y su visión sobre la pandemia. En uno de esos mensajes, Henry le escribe: “Buenos días, Simón, te vas a horrorizar, pero me voy a vacunar. Tengo dudas, pero hay que hacerlo”. Garstin responde: “Es una lástima que no escuches a nadie con sentido común. He intentado decírtelo con toda claridad, pero parece que no quieres escuchar. Así que creo que te estás jugando la vida”. Según la declaración jurada, “al final, ella declara que ‘confía’ en el Sr. Garstin”.

Jillian McCrone incluyó capturas de pantalla de lo que afirma son mensajes de WhatsApp entre Henry y Garstin
Jillian McCrone incluyó capturas de pantalla de lo que afirma son mensajes de WhatsApp entre Henry y Garstin | Tribunal Supremo de Columbia Británica

Pocos meses antes de fallecer, Janet Henry informó a su médico de cabecera de que mantenía una relación sentimental con Garstin. La sobrina sostiene que, en ese momento, su tía “creía que tenía una pareja con la que salía desde hace un tiempo”.

En este sentido, Garstin niega haber dominado o influido en Henry. Afirma que la fallecida “era una mujer sofisticada e independiente”, que había sido empresaria y vivía sola desde hacía más de 15 años. “Henry le pagaba a Garstin por su tiempo y compañía, y… su seguridad financiera, a veces, dependía del pago de Henry”, recoge la sentencia. Garstin defiende que, en realidad, “la naturaleza de su relación puso a Janet en una posición de dominio sobre él, y no al revés”. Añade que nunca discutieron el testamento ni pidió ser incluido: “Este acusado dice que el testamento es válido en todos los aspectos y refleja las intenciones fijas y finales de Janet con respecto a su patrimonio”.

El papel del amigo y la decisión judicial

Wilson, que hemos dicho que era el amigo y antiguo entrenador, vivía en Australia desde 2018, pero mantenía contacto regular con la anciana y aunque fue incluido en el testamento este no lo sabía hasta que el abogado de los McCrone se lo dijo. Por eso ahora, reclama su parte y que se respete así la última voluntad de Henry en la que él figuraba como heredero.

Tras esta disputa y por ahora, la Corte Suprema de Columbia Británica ha autorizado que ambas partes prosigan con sus demandas, ya que considera justo que investigue si Henry estaba en sus plenas facultades. Así, por el momento, la herencia permanece bloqueada, a la espera de que la justicia determine la validez del último testamento o, en su caso, el reparto entre la familia y el amigo.