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Un cerrajero cuenta la verdad sobre el negocio: “Hay quien cobra 1.000 euros por abrir una puerta y el 80% ni siquiera es cerrajero”

Roberto explica desde dentro cómo es realmente trabajar de cerrajero en España y las trampas de un sector asediado por la picaresca.

Roberto cerrajero
Un cerrajero cuenta la verdad sobre el negocio |Youtube | Adrian G.Martin
Francisco Miralles
Fecha de actualización:
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No solemos acudir a ellos, pero cuando se nos olvidan las llaves, han forzado nuestra cerradura o en un intento de okupación, acudimos a ellos y en muchas ocasiones no pueden costar bastante caro la llamada. Son los cerrajeros, los cuales puede llegar a cobrarnos hasta 1.000 euros. Esta es la cantidad de dinero que cuenta en el canal de YouTube Adrián G. Martín, Roberto, un cerrajero con bastantes años de experiencia y que cuenta los claroscuros de la cerrajería en España. Lejos de la imagen clásica del artesano que resuelve apuros, el sector vive hoy acosado por el intrusismo, los precios desorbitados y la falta de relevo generacional. Detrás de una simple búsqueda en Google se esconden empresas intermediarias, comisiones abusivas y una preocupante ausencia de regulación.

El 80% de los cerrajeros que aparecen en Internet ni siquiera lo son, son empresas que saben posicionarse y subcontratan el servicio”, denuncia Roberto, cerrajero y empresario en Baleares, que lleva seis años en el oficio tras abandonar el sector sanitario para “pasar más tiempo con la familia”. Su experiencia, como la de muchos otros, revela que cualquiera puede anunciarse como cerrajero en España sin certificación ni control. “Hay mucho intrusismo y cobran barbaridades. Está documentado que hay quien ha cobrado 700, 800 o hasta 1.000 euros por una apertura de urgencia”.

Un oficio “bien pagado”... si sabes buscarte la vida

En la cerrajería, el aprendizaje es autodidacta o de boca en boca. “Me pasé meses desmontando y montando cerraduras en casa de amigos, practicando, yendo de proveedor en proveedor para conocer el oficio desde cero”, explica Roberto. La profesión, lejos de limitarse a abrir puertas, abarca asesorar en seguridad, instalar cerraduras sofisticadas y responder a urgencias a cualquier hora. “Un cerrajero da seguridad, aconseja sobre puertas, bombines y sistemas adaptados a cada caso”.

Dani entrevista a Roberto, cerrajero
Roberto explica que un peón puede llegar a ganar 1.000 euros al mes | Canal de Adrián G. Martín

¿Y cuánto gana un cerrajero? Según Sebastián, empleado con un año de experiencia, “se empieza como peón cobrando entre 1.000 y 1.100 euros, a los que se suman propinas si el cliente queda satisfecho”. El propio Sebastián asegura que está “contento y motivado”, convencido de que la profesión permite “vivir bien” si se tiene iniciativa: “A medida que creces, suben los ingresos y la clientela, porque todo es boca a boca”.

Roberto, desde el punto de vista empresarial, lo confirma: “El servicio de aperturas urgentes es muy lucrativo. Si te llaman tres o cuatro veces al día, puedes vivir muy bien”.

“Aparecen decenas de cerrajeros en Google, pero solo unos pocos lo son de verdad”

La otra cara del negocio es la de los precios y la opacidad. Copiar una llave puede costar entre 2 y 40 euros, según el modelo, mientras que el desplazamiento suele estar entre 15 y 25 euros. Pero las verdaderas “barbaridades” surgen en los servicios de urgencia, donde la falta de regulación permite a intermediarios inflar precios y quedarse hasta con el 50% de la factura.

“Tú llamas a un cerrajero de Google y lo más probable es que te atienda una empresa que ni conoce el oficio, solo capta el cliente y luego busca a alguien en la zona”, explica Roberto. “He visto casos donde, de 100 euros, la mitad va al intermediario”. La situación, reconocen los profesionales, ha llevado a crear asociaciones como Actima (Asociación de Cerrajeros de Baleares) para protegerse y dignificar la profesión.

Una puerta abierta… a problemas mayores

El intrusismo no solo afecta a los precios, sino también a la seguridad. “Nos ha pasado que llaman para abrir una vivienda y lo que buscan es ocuparla ilegalmente”, confiesa Roberto. “Siempre pedimos DNI y declaración jurada, pero hay quien ni siquiera pide documentación y abre la puerta sin más, facilitando ocupaciones o robos”.

Roberto explica el intrusismo en el mundo de la cerrajería
Roberto explica el problema de la okupación con los cerrajeros | Canal de Adrián G. Martín

La anécdota es clara: “En un desahucio, abrimos la puerta para el juzgado y después entraron de nuevo porque otro supuesto cerrajero abrió sin pedir papeles”.

Las urgencias más habituales, sin embargo, siguen siendo las olvidos: “La mayoría de servicios son porque la gente deja la llave puesta por dentro. Si el bombín no tiene doble embrague, te bloqueas fuera”.

¿Un oficio con futuro?

Para finalizar, la pregunta es clara y es ¿Vale la pena montar una empresa de cerrajería? Para Roberto, la respuesta es clara: “Siempre va a haber puertas, y siempre hará falta un cerrajero. El negocio es muy lineal y estable, pero la gran revolución vendrá por la tecnología: controles de acceso, cerraduras electrónicas, reconocimiento facial...”.

En su diagnóstico, el mayor reto será adaptarse a los nuevos sistemas y combatir el intrusismo. “Mientras no haya regulación ni control, seguirán apareciendo empresas que solo quieren lucrarse y dejan el trabajo sucio a los profesionales”.

La cerrajería, en definitiva, es un sector que combina oficio, tecnología y un punto de vocación. Pero también es víctima de su propia invisibilidad: “Sin nosotros, muchos ni siquiera podrían entrar en su casa. Y aun así, parece que cualquiera puede ser cerrajero solo por anunciarse en Internet”.