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Un camionero veterano no se corta al hablar de lo que gana en la carretera: "Para sacar 1.500 euros limpios te dejas la vida; en internacional son 2.800 o 3.000, pero no ves a tu familia”

El transportista explica en primera persona cómo es realmente trabajar al volante de un camión en España y las dificultades a las que se enfrenta el sector.

Jose Luis, camionero
Un camionero veterano no se corta al hablar de lo que gana en la carretera: "Para sacar 1.500 euros limpios te dejas la vida; en internacional son 2.800 o 3.000, pero no ves a tu familia” |Jaime Gumiel YouTube
Francisco Miralles
Fecha de actualización:
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Siempre se ha creído que ser transportista o camionero era un oficio en el que, a cambio de pasarte la vida en la carretera, recibías una buena remuneración. Nada más lejos de la realidad. Donde muchos aún imaginan sueldos elevados, lo que hay son jornadas interminables y sueldos que apenas rondan los 1.500 euros al mes. Una profesión dura, exigente y cada vez menos valorada.

Con el objetivo de dar visibilidad a esta situación, el influencer Jaime Gumiel ha entrevistado a José Luis, camionero con más de 40 años de experiencia. “ser camionero ya no interesa” explica de forma clara. El veterano detalla cómo han cambiado las condiciones, los riesgos que asume y lo poco que compensa hoy un trabajo que, en sus propias palabras, es “bonito pero esclavo”.

“Se ganaba más dinero hace 30 años que ahora”

José Luis comienza el día temprano, como lleva haciendo desde hace casi cuatro décadas. Durante años se levantaba a las 4 de la mañana y conducía más de 10 horas seguidas, durmiendo mal en parkings inseguros y con el miedo a los robos siempre presente. “Dormir seis horas era un lujo, lo normal eran tres o cuatro”, recuerda.

En cuanto al sueldo, su queja es clara: “Un chófer en nacional puede cobrar unos 1.600 euros, en local 1.800 si tiene suerte, y en internacional rondar los 2.800 o 3.000, pero a costa de no ver a tu familia en dos semanas”. Para los autónomos, la cosa es aún peor: “Al final no vives, trabajas solo para pagar gasoil, impuestos, seguros y averías”.

Antes se podía ganar más. Hoy, para sacar 1.500 euros limpios, te dejas la vida. Y si el camión se rompe, la ruina es tuya”, sentencia.

Una profesión de riesgo y poco respeto

El oficio de camionero no es solo conducir. Las cargas y descargas, las esperas interminables en los muelles y las tensiones en carretera hacen que el día a día sea agotador. José Luis lo describe sin rodeos: “El 80% de las empresas donde descargas te tratan como perros”.

Los riesgos también son constantes: accidentes, cansancio extremo, robos de combustible o incluso de camiones enteros cargados de mercancía. “Me robaron un camión entero, y el seguro se lavó las manos. Al final tardé ocho meses en recuperar el dinero”, relata.

La normativa tampoco ayuda. Con el tacógrafo digital, cualquier minuto de más puede suponer una multa. “Si te quedas sin horas a 1 km de tu casa, tienes que parar y dormir en el camión”, explica resignado.

Falta de relevo generacional

Uno de los mayores problemas del transporte es la falta de jóvenes dispuestos a subirse a un camión. “No hay nadie que quiera ser camionero. Sacarse el carnet cuesta 5.000 o 6.000 euros, los sueldos son bajos y las jornadas interminables. Es más fácil estudiar un máster que meterse en esto”, afirma.

En consecuencia, la mayoría de nuevos conductores son extranjeros. “Los chavales de aquí no quieren trabajar 12 o 15 horas diarias por lo mismo que pueden ganar en otros trabajos mucho menos sacrificados”, lamenta.

Un trabajo que no compensa

José Luis lo resume con amargura: “He trabajado 35 años y no sé lo que son más de 8 días de vacaciones seguidos. Si no trabajas, no cobras. Y un autónomo no tiene paro. Te puedes pasar la vida al volante y acabar sin nada”.

Aun así, asegura que le gusta su oficio. “Es bonito, porque todo lo que llega a las casas lo hemos llevado nosotros. Pero es un trabajo esclavo. Te pasas 12 horas en la carretera, y al final no merece la pena por lo que se gana”.

Su reflexión final es un aviso: si no se ponen en valor las condiciones de los camioneros, el sector puede colapsar. “Sin transporte, el país se para. Pero parece que nadie se da cuenta hasta que falta algo en los estantes”.