Una de las maneras de conseguir una casa más barata y pagar menos en las cuotas de la hipoteca, es comprar una vivienda en nuda propiedad. Esto consiste en tener la titularidad de un bien, como en este caso podría ser la vivienda, pero no poder disfrutarlo hasta que fallezca el usufructuario, es decir, la persona que está residiendo allí. Aunque parezca una salida perfecta para aquellos que no tienen prisa por mudarse y para los ancianos o jubilados que suelen ser quienes hacen estas operaciones, hay riesgos.
El experto y asesor inmobiliario Sergio Gutiérrez (@sergioexcellencecircle) ha publicado un vídeo en Tiktok en el que explica “lo que no te cuentan de la nuda propiedad” y que presenta con una frase: “lo barato puede salirte carísimo, años de espera, reformas inevitables y hasta el riesgo de acabar con un ‘okupa vulnerable’ dentro. ¿Invertirías así?”
“Estos son los tres secretos que nadie te cuenta y que deberías valorar antes de comprar una nuda propiedad y el último es lo peor que te puede pasar”, comienza el experto. Luego, explica “para quien no lo sepa” que “la nuda propiedad es comprar una vivienda a precio más bajo dejando a una persona viviendo allí mediante un usufructo. Normalmente, se hace con jubilados y así se les ayuda a no tener que vivir sólo con lo que cobran de una baja pensión”.
Los tres ‘secretos’ que esconde una nuda propiedad
El experto inmobiliario destaca que hay “tres secretos” que nadie cuenta a quienes van a comprar (o pretenden hacerlo) una vivienda en nuda propiedad. El primero de ellos es que “si esa vivienda ha llegado a portales inmobiliarios significa que un inversor profesional la ha desestimado, porque a esos portales llega lo que el resto no quiere”.
El segundo punto tiene que ver con el tiempo que hay que esperar para tomar posesión de la casa. “Lo mismo son 10 o 20 años lo que hay que esperar para que fallezca el usufructuario. Pues hasta que eso pase, el desgaste hará que tengas que reformarla, lo que reduce el margen al igual que el tiempo”.
Pero el problema de verdad llega (como corroboran algunos de sus seguidores) cuando “te avisan de que el usufructuario ha muerto. Pues vas allá, picas en el timbre y ¡sorpresa!, el hijo del difunto está viviendo allí. Y pasas de tener una nuda propiedad a tener un bonito piso ocupado por una persona vulnerable”.
“El del okupa es un riesgo real”
Uno de sus usuarios, comenta que “el tercer punto, el del okupa, es un riesgo real. He hecho poner una cláusula de penalización económica en el contrato de compra venta para disuadirlo”. Otra de sus seguidoras señala que “nosotros compramos una nuda propiedad, un piso de 70 metros cuadrados en Barcelona, muy céntrico por 190.000 euros. Esperamos 5 años y ya hemos recuperado la vivienda. Nos ha salido súper bien”.
Otro comenta que “adquirí una en 2019 en Barcelona, por 48.000 euros y este año la he vendido por 300.000 con necesidad de reforma y no he tenido ningún problema. Hay que pensar bien porque los descuentos grandes, siempre llevan riesgos. Sabiendo eso y teniéndolo en cuenta, es una inversión como cualquier otra”.

