En los últimos diez años, el sistema público de pensiones en España ha vivido tres grandes reformas. La primera, aprobada en 2011 y puesta en marcha en 2013, bajo la Ley 27/2011, buscaba incrementar la edad de jubilación, así como los años cotización necesarios para jubilarse con 65 años. La segunda reforma que entro en vigor en 2021, tiene como objetivo desincentivas las jubilaciones anticipadas y, por otro lado, premiar las jubilaciones que se dieran más allá de la edad ordinaria (lo que se conoce como jubilación demorada) mediante un porcentaje adicional del 4% por cada año cotizado después de alcanzar la edad ordinaria de jubilación, o una cantidad fija basada en los años de cotización. Por otro lado, la tercera reforma (que se puede decir, que es la segunda pata de la reforma conocida como la reforma de Escrivá) buscó cambiar los coeficientes reductores de anticipo de la jubilación anticipada, pasando de ser trimestrales a mensuales. A pesar de las penalizaciones, según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones uno de cada tres trabajadores se jubilan a los 63 años y cobrando una pensión media de 1.775,18 euros, lo que supone 293,33 euros más que los que se jubilan respetando la edad ordinaria de jubilación legal.
Las jubilaciones anticipadas son las que permiten adelantar la edad de ordinaria de jubilación a cambio de aplicar unos coeficientes reductores que pueden ir desde un 0,50% y hasta un 30%. Este porcentaje dependerá del total de años cotizados y de los meses que se adelante la edad de retiro, es decir, a más meses mayor penalización. Estos coeficientes se aplican sobre la cuantía ya calculada, para lo que hay que determinar la base reguladora, que es, por así decirlo, el 100% de la pensión a la que se tiene derecho si se ha cotizado un total de 36 años y seis meses.
De esta forma, quienes reciben una mejor prestación sufren menos el efecto del recorte por la jubilación anticipada, ya que aún obtendrán una pensión elevada, superior por ejemplo a la de quienes se jubilan a la edad ordinaria y tienen solamente 15 años cotizados, que corresponde con el 50% de la base reguladora.
Evolución de la jubilación anticipada
En lo que llevamos de 2024, se han producido un total de 305.702 jubilaciones, de las cuales 88.860 son jubilaciones anticipadas, con una edad media de 63,2 años y una pensión media de 1.775,18 euros. Esto supone un 29,1%, es decir, que 1 de cada 3 trabajadores optan por una jubilación anticipada a los 63 años. Si lo comparamos con los datos de 2015, hace casi 10 años las jubilaciones anticipadas representaban el 43,8%, siendo este porcentaje unas 127.038 bajas y donde la pensión media estaba fijada en los 1.544,18 euros, es decir, que existe un desinterés cada vez mayor en esta modalidad.
En lo que llevamos de 2024 (hasta octubre), se han producido un total de 1.775,18 euros como pensión media para las jubilaciones anticipadas, un aumento respecto a 2020 de 82,55 euros. Asimismo, las jubilaciones con edad ordinaria presentan una pensión media de 1.481,85 euros, lo que supone una diferencia de 293,33 euros mensuales en comparación con las anticipadas. Sin embargo, sigue siendo evidente que las pensiones de los trabajadores que acceden de forma anticipada suelen ser más altas.
Por otra parte, en la jubilación demorada (aquella que se realiza por encima de la edad ordinaria), en 2024 se registra una pensión media de 1.406,89 euros, que también es inferior a la media de las pensiones anticipadas.
Una de los motivos por lo que la cuantía de las pensiones por jubilación anticipada tiende a ser superior a la de las pensiones por jubilación ordinaria es, que estas suelen corresponder a trabajadores con bases de cotización más elevadas. Además, para poder acceder a esta modalidad, se requiere acreditar un mínimo de 35 años de cotización, lo que implica que, en términos porcentuales, estos trabajadores logran garantizarse casi el 100% de la pensión, antes de que se apliquen los recortes correspondientes por el adelanto en la edad de retiro.
La pensión media de la jubilación anticipada sube 231,40 euros
Según los datos de la Seguridad Social, las pensiones correspondientes a la jubilación anticipada continúan siendo superiores a las de la jubilación ordinaria. En 2015, la pensión media de quienes se jubilaban anticipadamente era de 1.544,18 euros, mientras que, en 2024, esta cifra ha ascendido a 1.775,58 euros mensuales, lo que supone un aumento de 231,40 euros en este periodo.
Por otro lado, las jubilaciones a la edad ordinaria también han mostrado una evolución positiva. En 2015, la pensión media era de 1.189,98 euros, creciendo hasta 1.481,85 euros en 2024, lo que implica un incremento de 291,87 euros. Estas cifras engloban a todos los regímenes del sistema (general, autónomos, del mar, entre otros).
Evolución de la edad media de jubilación
La edad media en la jubilación anticipada se sitúa en los 63,24 años, mientras que hace 10 años era de 62,16 años, lo que supone un incremento de 1,08 años. Este incremento varía según el sexo, donde las mujeres se jubilan anticipadamente a los 63,5 años, mientras que los hombres lo hacen a los 63,1 años
La edad ordinaria de jubilación ha pasado de 65,6 años en 2015 a los 66 años en 2024. Por otro lado, la edad de retiro para las jubilaciones demoradas ha disminuido, bajando de 69 años en 2014 a 68 años para este año.
Subida de las pensiones en 2024
El Ministerio de la Seguridad Social, dirigido por Elma Saiz, ha estimado que las pensiones contributivas entre las que se encuentra las de jubilación, viudedad, incapacidad permanente u orfandad subirán un 2,8%, mientras que las pensiones mínimas y no contributivas lo harán por encima de dicho valor. En el caso de las pensiones de jubilación se estima que la subida se sitúe en torno a los 600 euros, si se aplica este incremento del 2,8%. Por lo que la pensión media mensual se situaría en los 1.481,35 euros en 2025.
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