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Un jubilado de 75 años que cobra su pensión, trabaja 10 horas al día para Cabify: "Sólo con la jubilación es imposible"

Junto con un compañero se ganan la vida conduciendo una furgoneta, pero hay muchos más en la misma situación y han creado un grupo de WhatsApp.


un jubilado conduciendo
Un jubilado conduciendo |Envato
Berta F. Quintanilla
Fecha de actualización:

Un pensionista ya jubilado, con 79 años ha tenido que regresar al trabajo. En este caso, su empleo es como conductor de Cabify y su jornada laboral, de 10 horas diarias. Asegura, en un reportaje realizado por Infobae, que no le ha quedado otra porque con su pensión de jubilación, “era imposible”. 

Para realizar las rutas toma prestada la camioneta de su sobrino (repartidor), una Renault Kangoo. “Con mi edad, debería estar descansando”, ha explicado a este medio, “pero es esto o no llegar a fin de mes”. Se llama Alfredo y vive en Argentina, donde el coste de la vida también es elevado, como sucede en España y muestran los datos del IPC. Su profesión ha sido la de administrativo en una empresa farmacéutica, por lo que conoce a la perfección el precio de los medicamentos, y recuerda, que también es bastante elevado.

No podemos afrontar los gastos básicos con la pensión”, afirma. En Argentina, se ha producido una caída espectacular en la pensión de los jubilados. Concretamente, el Centro de Economía Política Argentina destaca que la caída del poder adquisitivo de los jubilados que cobran el bono de 70.000 pesos (poco más de 60 euros) fue del 17,5% interanual.

Una pensión de jubilación de 740 euros para dos personas

La historia de Alfredo, el conductor de 79 años de Cabify, no es la única. El marido de Carmen es enfermo de Alzheimer y si se suman las pensiones que cobran entre los dos es de 850.000 pesos (734 euros). Ella se dedica también al transporte de pasajeros, a través de diferentes aplicaciones. 

Sus hijos, que están trabajando, la han ayudado mucho. Especialmente, recuerda, pagando los arreglos de su coche entre los que estaba un aire acondicionado nuevo. Durante su vida laboral activa, fue dependienta en comercios de todo tipo y con 64 años aprobó el carné de conducir. No le había hecho falta antes. Como media, hace 10 horas diarias, que empiezan cuando su marido se acuesta a dormir la siesta.

En declaraciones a Infobae, explica que uno de los lugares donde más ha notado la subida de precios es en la farmacia. “Las medicinas están cada vez más caras y nosotros, cada vez más pobres”.

Empezó en el mundo del transporte de viajeros cuando conoció a una chica en la sala de espera del médico. Esta se mostró sorprendida al ver que se trataba de una persona tan mayor. Pero se dio cuenta de que podía ser una salida laboral perfecta. “Siempre me ha gustado tener mi sueldo, cobro la pensión mínima desde que me quedé viuda y nuestro hijo nos ayudaba”, le contó su nueva compañera.

Cada vez hay más jubilados que retoman su vida laboral

Un anciano conduciendo
Un anciano conduciendo | Foto: Envato

Los jubilados que se ven obligados a retomar su vida laboral cada vez son más. Hace pocas semanas se conocía el caso de una mujer con 84 años, a la que la Seguridad Social le bajó la pensión. Esto lo saben bien también los jubilados conductores argentinos, que han creado un grupo en WhatsApp en el que hablan de sus problemas y donde se cuentan ideas e iniciativas. Lo han llamado ‘Chicas+70’.

“Hay mucho compañerismo, y nos ayudamos cuando hace falta”. Todas tienen en común que han vuelto al trabajo cuando, supuestamente, debían estar disfrutando de sus pensiones. 

A día de hoy, en el grupo hay más de 50 mujeres y todas tienen más de 70 años. Y por otro lado, están los hombres como Ramón. Tomó la decisión de volver a trabajar cuando vio que su pensión era de 420.000 pesos (360 euros). “No alcanza para nada”, afirma. Los jubilados están en un momento malo, explica. “Deberíamos estar mucho mejor”.

“Estamos cansados, llevamos trabajando toda una vida, y ahora nuestros hijos nos tienen que ayudar a pesar de que cada vez están peor también ellos. Hay que rascar el fondo de la olla y ya no sólo para darse un viaje, sino para poder ir al supermercado”.

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