El rey emérito, Juan Carlos I de Borbón, padre del actual monarca Felipe VI, ha escrito en sus memorias que es el “único español que no cobra una pensión tras casi 40 años de servicio”. Con estas palabras, que aparecen en el libro ‘Reconciliación. Memorias. Juan Carlos I de España’, que salió a la venta en Francia el pasado día 5 de noviembre, el que ocupase el trono de los años 1975 al 2014 hace referencia a la pensión de jubilación que paga la Seguridad Social a unas 6,6 millones de personas.
Al acceder a la pensión de jubilación hay que tener en cuenta que se deben cumplir con los requisitos establecidos, lo que no garantiza el 100% de la prestación. Dependiendo de la modalidad y de las condiciones de cada régimen, los requisitos de acceso cambian, según la Seguridad Social.
En este libro, que se venderá en España en diciembre, confiesa que a lo largo de su vida ha cometido errores importantes, como publican varios medios, entre ellos la BBC. Uno de ellos es el de aceptar un ‘regalo’ de 100 millones de dólares por parte del rey de Arabia Saudí. Ahora está pasando unos días en Sanxenxo (Galicia) donde disfruta de su deporte preferido: la vela.
Ha sido el diario Le Monde quien ha adelantado algunos de los capítulos de un libro que promete ser polémico. Ha apuntado que ha estado rodeado de un “entorno malintencionado” ya que ha confiado en algunos empresarios “con pocos escrúpulos” y que ha estado “en medio de un lío financiero”, como recoge el diario Público.
Sus comienzos como Rey de España
El emérito cuenta también su relación con el dictador Francisco Franco y el golpe de Estado, “un día me llamó al despacho y no sabía nada, me lo dijo sin rodeos: te voy a nombrar sucesor como rey, ¿aceptas?” Reconoce que se quedó de una pieza, y sin saber qué decir. “Le pregunté que si me daba tiempo para pensarlo, y él esperaba mi respuesta, estaba contra la espada y la pared, reinaba el silencio, sólo escuché mi respiración”.
Y dijo que sí, “¿acaso tenía otra opción?”. También explica lo que sintió cuando el fallido golpe de Estado, “me acordaré siempre, y creo que también todos los españoles. Tengo dudas sobre cómo se desarrollaron los hechos y sobre la implicación de algunos. Lo cierto es que los militares intentaron con las armas burlar a la joven democracia española, que era mi obra, y no podía tolerarlo”.

