En España, el sistema público de pensiones de la Seguridad Social permite adelantar la edad de jubilación ordinaria a través de la jubilación anticipada en situaciones que son ajenas a la voluntad del trabajador. Así, la jubilación anticipada, involuntaria o forzosa permite ese adelanto, pero a sabiendas de que la Seguridad Social aplicará unos coeficientes reductores, los cuales pueden llegar hasta el 30% de la pensión y que se aplican de forma permanente. Estas cotizaciones a veces pueden resultar injustas, sobre todo para aquellos jubilados que, con más de 45 años cotizados han perdido su empleo y se ven obligados elegir entre jubilarse anticipadamente y sufrir un recorte o esperar a encontrar trabajo mientras ven como también se reduce su base reguladora (que es la que determina la futura pensión de jubilación).
Este es el caso de Jose Antonio Benito, un jubilado de Aranda del Duero que, en una entrevista a NoticiasTrabajo, ha explicado la injusticia que ha sufrido con su jubilación. Este hombre explica que empezó a trabajar con 14 años y que durante casi toda su vida laboral lo estuvo haciendo para la empresa Pascual, como encargado de sección. Con la crisis de 2009, Pascual procedió a despedirlo con 53 años (explica que fue un despido improcedente), por lo que tuvo que empezar a cobrar el paro.
Tras agotar este, acudió a la Seguridad Social para explicar que tras una larga vida laboral no “quería ver su pensión de jubilación perjudicada, ya que la Seguridad Social tiene en cuenta los últimos 25 años de cotización” y añade “que él, siempre tuvo una base reguladora por encima de los 3.000 euros”. Explica que un funcionario de la Seguridad Social le dijo que podía acogerse a los conocidos como “Convenios Especiales” para poder pagar de su dinero las bases de cotización y que así, su pensión no se viera perjudicada.
Por eso, le dijeron que si quería seguir manteniendo su base reguladora debería pagar una cuota de 600 euros, pero al ser un coste elevado para él, le ofrecieron pagar 400 euros, pero a sabiendas de que la pensión se vería reducida y que le quedaría una pensión de unos 2.100 euros aproximadamente, según el simulador de la Seguridad Social.
Pues así estuvo durante 5 años, hasta que empezó a cobrar el subsidio para mayores de 55 años (ahora conocido como subsidio para mayores de 52 años) del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Este subsidio, además de que tiene una duración indefinida hasta encontrar trabajo o llegar a la edad ordinaria de jubilación, también cotiza para la pensión.
Un error de la Seguridad Social que le costó 600 euros
Al llegar los 61 años y tras varios años sin encontrar trabajo, decidió acudir a la Seguridad Social para solicitar la jubilación anticipada y se llevó una sorpresa. La pensión, que le dijeron que iba a cobrar de aproximadamente 2.100 euros, al final se quedó en los 1.639,66 euros, que con las retenciones de IRPF se quedó en 1.450,61 euros, tal y como se ve en el informe de la Seguridad Social.
En la carta de la Seguridad Social se le aplicó un recorte del 24%, por haber adelantado su edad ordinaria un máximo de 4 años (de los 65 años y los 61 años), tal y como recoge la Ley 27/2011 (se puede consultar en este BOE). Al ver esta situación decidió acudir a la Seguridad Social.
Jose Antonio explica que el funcionario de la Seguridad Social le dijo que “había cometido un error”. Al parecer, el funcionario le explico que en vez de tener en cuenta los últimos 25 años, conforme a la actual norma, solo tuvieron en cuenta los últimos 15 años, por lo que no se tuvieron en cuenta las bases de cotización de los años que estuvo trabajando en Pascual con sus respectivas bases de cotización más altas. Esto le supuso una perdida de 600 euros mensuales.
Tras no estar conforme, decidió acudir para hablar con el Secretario de la Seguridad Social, ya que lo que habían hecho con su pensión después de 45 años cotizando “no era justo”. Tras acudir a la Dirección Provincial y hablar con el Secretario, este le dijo que el “no ponía la ley”, que era lo que había y que el adelanto de su jubilación supuso un recorte de casi un cuarto.
Ahora explica, a NoticiasTrabajo, la injusticia que sufrió. “Empecé a trabajar desde los 14 años y con 50 años me vi que nadie quería contratarme. Después la Seguridad Social me ha pegado un palo de 600 euros al mes… piensa que son 7.200 euros al año y que va a ser hasta que me muera” lamenta. También añade que no es justo castigar a los que más han cotizado al sistema, mientras que luego, hay trabajadores con 15 años cotizados que no llegan a la pensión mínima y la Seguridad Social les da un complemento para que estas alcancen dicha cuantía (siempre que se cumplan ciertos requisitos). Por eso, Jose Antonio cree que el sistema le ha castigado injustamente, tras haber aportado “como nadie”.
