Joel es profesor jubilado de 65 años, quien dedicó más de 30 años a la enseñanza en institutos públicos de secundaria. Hoy, ha querido contar cómo es su vida tras dejar las aulas. “Mi pensión de jubilación es de 2.700 euros brutos al mes, o aproximadamente 2.454 euros netos”, explica. Una cantidad que, según reconoce, “me permite vivir sin excesos, pero con tranquilidad después de tantos años de trabajo”.
Durante su carrera profesional, Joel impartió clases en distintos centros de la región parisina, sobre todo en el departamento de Essonne. “Trabajé en institutos de zonas REP+, donde muchos alumnos no tenían el francés como lengua materna”, explica para el medio Lefigaro. Estas zonas, consideradas de prioridad educativa, otorgan una bonificación salarial por la complejidad del entorno. “Después de diez años en la periferia, me trasladaron a un instituto de La Roche-sur-Yon, en Vendée”, añade.
En ese centro público impartió sus últimas clases antes de retirarse. “Recuerdo que mi última lección fue sobre Bel-Ami de Maupassant, con un grupo de cuarto curso. Fue una manera muy simbólica de cerrar mi etapa docente”, comenta con nostalgia. Aunque confiesa que disfrutó enormemente de su profesión, también esperaba con ilusión el momento de jubilarse: “Tenía muchas ganas de dedicarme a otras actividades después de tantos años de enseñanza”.
Se jubiló antes de la reforma, pero sigue enseñando como voluntario
Joel decidió jubilarse a los 61 años, justo antes de la entrada en vigor de la reforma de pensiones en Francia, que elevó la edad legal de jubilación de 62 a 64 años. Por ello, no se vio afectado por el nuevo sistema. En su último destino, percibía un salario bruto mensual de 3.200 euros, incluyendo la bonificación por trabajar en zonas educativas prioritarias, lo que equivalía a 2.500 euros netos.
Hoy, pese a estar jubilado, sigue vinculado a la enseñanza. “Soy voluntario en mi centro comunitario local, donde doy clases de francés a extranjeros dos veces por semana”, explica. Asegura que esta labor le aporta una gran satisfacción personal. “Es una forma diferente de enseñar, con adultos que tienen muchas ganas de aprender porque aprender francés es, para ellos, el primer paso para integrarse y encontrar trabajo”.
Padre de dos hijos ya adultos, Joel disfruta ahora de un ritmo más tranquilo. “Sigo enseñando, pero sin la presión de los exámenes ni de la burocracia. Me siento útil y, al mismo tiempo, libre”, afirma.
Cuánto gana un profesor de Secundaria
En España, un profesor de Educación Secundaria gana entre 2.700 y 2.900 euros brutos al mes, aunque este sueldo puede variar dependiendo de la comunidad autónoma, los complementos salariales y la antigüedad. Los profesores están dentro del Grupo A1 de la Administración Pública, que es el nivel más alto dentro del grupos de funcionarios.
Por ejemplo, en Andalucía, el salario base mensual de un profesor de Secundaria es de 1.300,88 euros al mes, cantidad a la que hay que sumar el complemento de destino, que son unos 683,75 euros, el complemento específico básico fijado en los 762,59 euros y los complementos por antigüedad que son 50,07 euros por trienio.

